Funcionó. Se me ocurría días atrás
pedir vuestra colaboración para darle aire y dinamismo al debate en este blog. El camino por el que llegamos a aumentar la participación nadie lo conoce. Nadie podría volver a recorrerlo sin perderse. Pero lo construimos comentando y mi satisfacción habla de ello sin tapujos en la plaza. Tuya-mía. Cuanto más leo más escribo. Y mas leéis y más escribís. Y más leo y más escribo. Este engranaje trabaja al cincuenta por ciento entre vosotros y yo mismo, y no hay forma de hacerlo funcionar si no es de esta manera. Curiosamente, aquella entrada en la que alentaba a liberar vuestra opinión se convirtió en la más comentada. Muchos empezamos esta senda, muchos otros se quedaron por el camino.
Tenía que pensar en algo especial y original, para obsequiar tanto ingenio derramado. Pensé, cosa que no debería hacer demasiado, que en el viaje que hice con mi familia por Japón, iría cogiendo un pequeño detalle de cada sitio visitado. Así, el ganador tendría algunos pequeños pedazos de este país para recomponerlos en casa. Dos lotes como el siguiente:

Té verde, algas para maki y dulces de Nikko, galleta de arroz y origami de Kioto, un pequeño Buda de Nara, un gatico de Kamakura y una poción anti-resaca de Tokio. ¡Ah!, y unos chocolates que compré también en Kioto que están buenísimos.


Y sin más dilación, vamos al ajo.
El premio en la categoría de "
Mejor Comentario" de este año en el blog "
Un Albaceteño en Japón" es para.....¡Guacimara Navarro!
El premio en la categoría "
Comentarista más regular" de este año en el blog "
Un Albaceteño en Japón" es para.....¡Lorco!, ¡Joel!, ¡Chopi!, ¡Marta!, ¡Merche! y ¡Chimo! Aquí sinceramente no he podido elegir, ya que el empate técnico entre algunos de vosotros era absoluto. Como buenos hermanicos, os iré repartiendo el premio.
¡Enhorabuena a los premiados y muchas gracias por comentar!