
Allí, en el sur de Japón, encontré un pequeño trozo de La Mancha. Una parte de Albacete a miles de kilómetros de la gran capital manchega. Y fue gracias a que mi amiga Juana, gran podóloga ejerciendo en Albacete (pedirme sú número si precisáis de sus servicios), me puso en contacto con su primo Pedro, residente en
Kobe (神戸市). El
Restaurante Valmancha se encuentra muy cerca del ayuntamiento. A cinco minutos andando de la estación de
Sannomiya.

Tuvimos también el placer de conocer a la mujer de Pedro, Miho, y a Kaori, la hija de ambos. Kaori tiene sólo ocho meses y nació en Albacete. Qué grande. Una medio manchega medio japonesa que además es más buena que el pan.

Nos pegamos un buen papeo. Cocina española de calidad. Queso manchego puro de oveja, aceite de oliva Olimpo, orujo de Barrax y, sin que pudiera ser de otra forma, cuchillos Arcos de la cuna de la cuchillería mundial. Una comida casera digna de cualquiera de vuestras abuelas. Además, la decoración del local está muy cuidada con muchos detalles de la tierra de Don Quijote.

Hablando de detalles voy a darle una alegría a los dos catalufos, Joel y Chimo, ya que entre tantos recuerdos de mi tierra colgaba de la pared un estupendo escudo del Barca, recuerdo de la visita del entrenador del segundo equipo al restaurante. Todo no podía ser perfecto. Que vida ésta.

Hicimos muy buenas migas con Miho y Pedro, tanto, que no dudaron en ofrecernos su casa para dormir las dos noches que nos quedaban de viaje. Eternamente agradecido por su hospitalidad y amabilidad. Abajo una foto en
Dotonbori (道頓堀) de nuestra visita el lunes pasado a
Osaka (大阪市).

Sin duda os recomiendo el Restaurante Valmancha si alguna vez el viento os lleva hasta Kobe, comeréis muy bien y disfrutaréis de mejor compañía.
¿Alguién conoce más restaurantes manchegos por el mundo?