Polémico y espinoso asunto el del suicidio en Japón. No lo es menos en otras partes del mundo, pero la poca claridad en los datos oficiales que ofrecen las autoridades niponas, hace que aumente la curiosidad del mundo por la alta tasa de estos sucesos en el país.

Wataru Tsurumi, señalaba en su novela
"El completo manual del suicidio", a
Aokigahara (青木ヶ原) o
El Bosque de los Suicidios, como el lugar perfecto para quitarse la vida. Mucho tuvo que ver este influyente libro en el auge de la fama de este peculiar lugar, ubicado a las faldas del sagrado
Monte Fuji.

Fuerte contraste el que ofrecen las bonitas vistas del monte desde el mismo bosque, con la trágica historia que esconde su frondosa vegetación. Las leyendas lo inundan todo aquí, donde una atmósfera de misticismo pretende quebrar la quietud de este tranquilo paraje. Fantasmas, espíritus, objetos abandonados e historias de curiosos que allí estuvieron. Además, es relativamente sencillo perderse en su interior, ya que las brújulas y GPS no funcionan, debido a los yacimientos de hierro cercanos. Aunque haya explicaciones para todos los gustos al respecto.
Allí estuvimos el pasado otoño dando un pequeño paseo (de día por supuesto). Y lo que encontramos a la entrada fue realmente impactante; este cartel que nos invita a la reflexión.
"Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo"Se cuenta que no es extraño encontrar objetos diversos y cordones policiales en algunas zonas; recuerdos macabros que nadie se molestó en retirar con el paso del tiempo. Así, nos dimos una vuelta por caminos principales, hicimos unas pocas fotos, y salimos de allí echando leches.
Paseo por Aokigahara from Fernando Picazo on Vimeo.
Que nosotros no creemos en absoluto en meigas, pero no sé si lo sabe usted señora, haberlas haylas.