lunes, 18 de marzo de 2013

LA EXPERIENCIA MAGLEV

China es de esos países a los que debía una tercera oportunidad. Nunca me convenció lo visto hasta ahora, y eso podía no ser más que un problema de percepción mío. O tal vez no era culpa mía y sí de los mil cuatrocientos millones de chinos. Seguro que sería eso porque yo, como mi señora madre, siempre tengo razón por muy disparatados que sean mis argumentos. Esto es así.

Asumiendo que no había respuesta correcta ni falsa, y una vez metidos en harina, había que llegar al centro de Shanghai de alguna forma. Y qué mejor que probar algo que esta ciudad tiene en exclusiva: Maglev, el tren de levitación magnética. Aunque hay que decir que esta tecnología también se encuentra en pruebas en otros países como Alemania o Japón, pero que está resultando difícil de implantar por su alto coste.



Este tren utiliza imanes para la sustentación y propulsión por levitación magnética, que lo llevan a alcanzar una velocidad punta de 431 km/h, muy superior a otros trenes de alta velocidad que había probado anteriormente como el tren bala japonés Shinkasen (320 km/h) o el AVE español (310 km/h).

Realiza el trayecto entre el aeropuerto y la ciudad de Shanghai en sólo siete minutos y veinte segundos. Y esto es lo mejor de todo, porque te ahorras el habitual coñazo del largo transporte al aeropuerto cuando sales de viaje. Y por sólo 50 yuanes (poco más de 6 euros). Desde las 6:45 de la mañana hay trenes cada 15 minutos hasta las 21:00, sólo desde Longyang Road Station.

Aparte de lo evidente y novedoso, Maglev es un tren aparentemente normal. Tal vez se siente algo distinto cuando llega a una cierta velocidad, y el sonido que emite es también diferente, pero no esperéis viajar en un cohete porque no será así. 




Interesante sin duda vivir el futuro cercano de la tecnología ferroviaria. Tenían que ser la maquinaria china la que se adelantara al mundo para hacernos saber al resto de humanos que ellos siempre van por delante. Pueden no ser los mejores ni los más minuciosos, pero van más rápido que nadie.

¡¡¡Nos comen los chinos!!!