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domingo, 9 de marzo de 2014

TODO EL MUNDO A COMPRAR EL IKULIBRO

Hace ya unos cuantos meses que os hablé del libro de Oskar. El proyecto resultó un rotundo éxito y consiguió la financiación necesaria en sólo unos días, y hoy afortunadamente es una realidad en papel. Por supuesto yo me pedí mi ejemplar (con unas cañas que aún me debe el autor), y la semana pasada por fin llegó a mis manos.
Tuve la suerte de corregir este libro el año pasado durante mi viaje a Argentina para ver a mi hermana, pero desde luego la sensación de tenerlo en papel no puede compararse con la fría versión que yo leí en el ordenador en aquel café de Usuhaia. Muchas otras cosas han cambiado desde aquella primera versión, pero desde luego el resultado es innegable: Oskar y Fran han hecho un trabajo de edición fantástico, y sólo con abrir la primera página se puede sentir toda la pasión y el esfuerzo depositados en este proyecto. Ha quedado muy bonico.

Además algunos hemos tenido el privilegio de poder escribir unas líneas en el Ikulibro. Tremendo honor que aprovecho para agradecerle al de Zalla desde aquí. Hasta se permitió la osadía de que Guillermo y yo mismo redactáramos la contraportada, que reza así…

Y poco más tengo que añadir sobre el libro. Es un mundo lleno de historias donde el autor se entrega al lector haciéndole partícipe de sus vivencias. Cientos de relatos que enganchan de principio a fin, y es que no hay nadie como Oskar para atrapar con su peculiar forma de escribir. Espero que los que ya lo tengáis lo disfrutéis como niños, los que todavía no lo hayáis comprado, ahora podéis aprovechar la oportunidad para haceos con uno de los pocos ejemplares que quedan de la forma más sencilla a través de la web www.ikulibro.com …

¡Todo el mundo a comprar el Ikulibro!

miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL IKULIBRO

Esto debía haber sido un post de esos que os presentan un proyecto en el que creo sinceramente. Y digo debía, porque en pocas horas en las que he estado durmiendo, se ha convertido en un post de felicitación y enhorabuena para Oskar, que ayer sacaba el proyecto para publicar su esperado libro en verkami y en menos de un día ya ha recaudado lo necesario para que ese sueño se afinara hasta sonar a música celestial.

Oskar ha recopilado todo lo escrito en su blog, lo ha re-ordenado y le ha añadido nuevo contenido para crear AFINANDO UN SUEÑO: la historia de uno de Bilbao que se vino hace ya siete años a vivir a Tokio y que sigue aquí dando guerra cada día. Porque para los que no lo sepáis Oskar es de Bilbao, pero nosotros le queremos igual.

El proyecto se va a sustentar en el ya famoso crowfunding, que viene a ser que ponemos el dinero necesario para publicarlo entre todos, y depende de la cantidad que aportemos, pues recibimos distintas recompensas que el autor nos regala (por supuesto el libro está en casi todas ellas). Os lo explicamos mejor en este vídeo que grabamos el otro día en Tokio, en un templo muy especial para Oskar:


Dicho lo cual esto no para, es decir, cuanto más dinero se recaude, más libros se podrán publicar y ese dinero se usará para la mejora del proyecto. Entrad desde ya pinchando en la imagen de abajo, encargad vuestro libro y convertiros de golpe y plumazo en mecenas de un proyecto que estoy casi seguro ha debido batir el récord de recaudación rápida en la web de verkami. ¡Se acaban de superar los 5000 euros!


¡Yo ya soy IKUMECENAS! ¿Te apuntas?

domingo, 21 de julio de 2013

DESPERTANDO DE UNA NOCHE DE VERANO

Otra vez lunes. Menos mal que en este caso ya parece que empiezo a escapar del tedioso doble letargo al que me arrastraron las vacaciones en España y la descompensación horaria...la disritmia circadiana...el síndrome de los husos horarios, vamos, lo que se conoce en Cuenca y alrededores como jet lag. De lo segundo uno se recupera en un par de par de días. Pero lo primero, eso maldito primero, queda marcado a fuego como una impronta de arena y sal, de recuerdos de anhelada familia, de reencuentros que se antojan irrepetibles.  


Uno de esos borrosos recuerdos comienza con una Alhambra bien fresca en el chiringuito de un pueblecito de Almería llamado San Miguel. Enclave de lujo para contemplar un pausado atardecer de julio. Pocos sitios quedan en España tan respetados como el parque nacional de Cabo de Gata, donde todavía se puede ir a la playa sin que seis arrobas de cemento te estropeen la vista y el día para que un cruel y gordo constructor pueda desayunar otra vez huevos de cóndor con bacon.




Porque Cabo de Gata está repleto de rincones y calas donde disfrutar de la costa de verdad. Cierto es que no se pueden esperar vergeles ni grandes zonas boscosas por aquí, pero señores, es que estamos en la tierra donde se han grabado decenas de películas del oeste. Y claro, habría quedado raruno un vaquero cabalgando raudo con su jamelgo por en medio de una frondosa selva.

Uno de esos lugares especiales es la Playa de los Muertos, una cala de difícil acceso (unos veinte minutos a pie con duras cuestas) donde decidimos pasar un día playero, y que nos serviría como improvisado campamento para pasar esa misma noche al abrigo de un mísero toldo que regateamos suciamente en un bazar chino. Esta vez nos olvidaríamos de hoteles. Durante el día disfrutamos de un tiempo perfecto y de un lugar idílico con playa de pequeñas piedras y aguas cristalinas. Poco más hicimos que el resto de los que allí estaban; cartas, palas, baños, cervezas y perrear tumbados en las toallas hablando de absolutamente nada.






Faro del Cabo de Gata

Playa de los Muertos

La noche ya sería otra historia bien distinta. Fuimos los únicos que nos quedamos a pernoctar, lo que hacía aquello mas especial si cabía. Montamos nuestro maltrecho techo intentando intuir el sol de la siguiente mañana y preparamos algo para comer y beber mientras la noche ya se nos echaba encima. 

Aquello era una noche de verano de las de manual.

De repente, empezaron a oírse algunos truenos, y pequeños relámpagos asomaban tras la sierra de Mojácar. Poca cosa. Que se convirtió pronto en mucha cosa con una enorme tormenta eléctrica. Espectáculo improvisado que contemplamos sentados en fila hacia las montañas, donde cientos de rayos caían a unos kilómetros de distancia, amenazando con acercarse donde nosotros estábamos, atónitos y con la única defensa de un toldo chino y cinco pares de chanclas. No pareció mejorar el asunto cuando vimos como un rayo comenzaba un incendio que no tardó en extenderse hasta dar miedo, por lo que tuvimos que llamar a emergencias para que tuvieran constancia. Sorprendentemente, la tormenta nos pasó rozando y apenas nos cayeron cuatro gotas, por lo que la anécdota quedó en una increíble noche con fuegos artificiales-naturales y un amanecer junto al mar absolutamente impagable.


¡Pasen buena semana!

lunes, 3 de junio de 2013

NI EXCUSAS NI BARRERAS

Lo que no puede ser no puede ser. Ahora ya no hay tiempo para esas cosas. A ver si el año que viene pudiéramos hacerlo. Ya nos llamamos y nos tomamos un café si eso...

Y así, toda una retahíla de frases hechas, agoreras, conformistas y desfasadas, que uno tiene que escuchar a menudo de aquellos que viven instalados en el barrio de la queja, en la comodidad de levantarse cada mañana con una excusa diferente, para no moverse ni un ápice de su venerada y querida posición. Sea la que fuere en cada caso. Y que, al mismo tiempo, odian con todas sus fuerzas.

Nos hubiera valido cualquiera de esas célebres citas populares para echarnos atrás inmediatamente. Total, dadas las circunstancias, la tremenda dificultad para abordarlo era más que evidente. Mucho más teniendo en cuenta nuestro desastre organizativo congénito. Pero estábamos dispuestos a superar esas carencias con buenas intenciones, ilusión y una pila de cientos de mensajes absurdos. Este verano, junto con mis amigos de toda la vida, vamos a repetir aquel viaje que hicimos en furgoneta por España en el año 2002. Casi nada.

Once años después ha cambiado prácticamente todo. Cada mochuelo vive en su olivo, y en el caso de algunos de nosotros, esos árboles aceituneros están a miles de kilómetros de Jaén. A consecuencia principalmente de la lenta diáspora que vive nuestro país. Pero, ¿y qué?, ¿es ese suficiente pretexto? Los muros están para ser saltados, y hemos encontrado la fórmula correcta que nos hará pasar al menos unos días juntos de nuevo. Estaremos todos y cada uno de los de aquella lejana ocasión. Desde Turquía, Alemania, Japón y Albacete llegarán hombres armados para participar en esta nueva expedición. Personajes inverosímiles venidos de todos los rincones del planeta, que prometen un viaje inolvidable por las playas del sur. O por donde sea que discurra el itinerario que, por supuesto, jamás será dibujado sobre un lienzo.

Será una oportunidad perfecta para volver a viajar por España, ya que con lo de vivir tan lejos, hace mucho tiempo que no tengo el placer de poder hacerlo. Y encima en esta ocasión será en una gran furgoneta, con amigos "especiales", y en pleno verano, para disfrutar de las costas y de toda ese arte andaluz que puebla el sur de la península.

Más de una década después nos volveremos a subir a ese coche los mismos que ya lo hiciéramos aquella calurosa mañana de Julio de 2002. Y absolutamente todo y nada habrá cambiado.

El horizonte se encuentra donde tú quieras trazarlo.

* En el desierto de Mojave, tumbados sobre la mítica Ruta 66 entre California y Las Vegas

martes, 28 de mayo de 2013

SAYONARA, NIÑO CAGAO

Este lunes nos abandonaba un amigo. Chema se dirigía desde Narita hacia las nubes de Cádiz en vuelo directo, tras cinco largos años sin pisar su tierra del alma. Para muchos de vosotros este señor es El Niño Cagao, la cabeza visible del mundo del flamenco en Japón; un artista irreverente y divertido capaz de poner a bailar la conga a los asistentes a un congreso de pompas fúnebres. Para nosotros hace ya tiempo que se transformó en Chema, ese niño chico con el corazón gigante que vive dentro del artista. Un niño que desborda sentimiento, generosidad y carisma.

Si te encuentras de nuevo con él, es más que probable que no recuerde tu nombre. No se lo tengas en cuenta. Pero lo que es seguro es que te dará un abrazo sincero y se alegrará de volver verte (aunque para él siempre sea la primera vez). Y acto seguido olvidará tu nombre de nuevo para que seas tú quien se lo recuerde en la próxima ocasión en la que tengáis la suerte de compartir otro rato juntos. Él es así: un tipo afortunadamente loco, con ese punto disperso e inquietante que acompaña a las grandes personas. Y es que ningún genio ha sido ni será nunca alguien corriente.

Por muchos motivos lo echaré de menos. Para mí es una de esas almas que es mejor tener cerca, y que afianzan mi admiración por la humanidad. Uno de esos amigos de dibujos animados. Nosotros le regalamos un cartel de la Feria de Abril enmarcado y firmado con nuestros mejores deseos para su nueva etapa gaditana. 

Y él nos dejó esta bonita canción como despedida.

さよなら Chema

lunes, 22 de abril de 2013

NUESTRO BAR EN TOKIO

Parecía una dulce utopía cuando comenzamos a comentarlo hace ya muchos meses sentados en compañía de unas cervezas. Es uno de esos proyectos que se hacen hornear a fuego lento, que yo tenía claro que acabaría en todo su punto, pero que toma su tiempo cocinarlo, porque se hace despacio, como en aquellos antiguos hornos comunes de cualquier pueblo perdido de provincia.

Tener un bar. Quién no ha pensado alguna vez en gestionar su propio local para ofrecer la hospitalidad íntima que todos llevamos dentro. Únicamente ese pensamiento (y dos tarados que nunca dicen no como Guillermo y Oskar), fue suficiente para proponerme que aquel disparate podía hacerse realidad. Aunque fuera tan sólo por un día. 

Nos faltaba entonces una idea para atraer a la gente y un local donde llevarla a cabo. La idea ya nos rondaba galante hace tiempo bajo nuestros balcones: montar una Feria de Abril de Sevilla en Tokio. Transportar por unas horas una de las casetas del recinto ferial sevillano al corazón de Japón; llenarla de farolillos de colores, poner rebujito en las copas, pinchar sevillanas en el hilo musical y comer jamón ibérico como si no hubiera mañana. En cuanto al local, eso me tocaba dejarlo en manos flamencas profesionales. Y esas no podían ser de otro que no fuera Chema, El Niño Cagao, que no sólo se ofreció a ayudarme (como hace siempre) a encontrar un bar adecuado, si no que se convirtió enseguida en el director artístico del evento, en lo que será su última actuación en Japón antes de volver por una larga temporada a España.

Y en medio de todo este lío de calles cruzadas, encontramos nuestro bar: Sala Andaluza, un restaurante español en Ebisu con todo el sabor de Andalucía que tanta falta nos hacía. Y para completar el equipo y llevarlo a un nivel superior reclutamos a Germán, que será el comandante en jefe de la cocina, y a la dupla gallego-nipona Manuela-Nanami, que nos ayudarán en lo que haga farrrta ese día con la amabilidad a las que nos tienen tan mal acostumbrados. Así que allí estaremos ese primaveral domingo; cocinando nuestras propias tapas, sirviendo bebidas frescas, cortando jamón de pata negra y queso manchego, bailando sevillanas y disfrutando del arte de El Niño Cagao y su cuadro flamenco en el escenario.


Fecha y hora: Domingo 12 de mayode 12 de la mañana a 10 de la noche.

Lugar: Sala andaluza, a 3 minutos andando de la estación de Ebisu.

Precio: 2500 yenes (incluye una bebida, una tapa y la actuación estelar de El Niño Cagao)

Reservas: En la página oficial del evento en facebook pinchando aquí o en la dirección de correo electrónico: supeinmatsuri@gmail.com

Pero la cosa no acaba aquí, porque además hemos encontrado gente a la que le ha parecido una buena idea y van a colaborar con nosotros. En primer lugar el Instituto Cervantes de Tokio, que nos ayuda con la difusión del evento, y a continuación, dos empresas manchegas (lo que me llena de orgullo albaceteño) que importan sus productos a Japón y que pude conocer en la feria de alimentación FoodEx Japan 2013: Nico Jamones y Marquesado de Hita (productores de queso manchego). Millones de gracias  a todos ellos por ofrecernos su apoyo en este proyecto.

Os invitamos a que vengáis a disfrutar con nosotros en esa jornada tan especial. Cualquier hora es buena, la fiesta no va a parar durante todo el domingo. Ese día, nosotros gobernaremos Sala Andaluza como mejor sepamos hacerlo. Ese día, Sevilla latirá con fuerza en algún rincón de Ebisu.

Ese día, señora,  tendremos nuestro propio bar en Tokio.

miércoles, 27 de febrero de 2013

¡OH CAPITÁN, MI CAPITÁN!

Recuerdo cuando fui capitán de barco. Cómo olvidarlo. Fue en Italia, en la costa Amalfitana, un verano de esos que nunca se olvidan, durante un viaje por carretera con mis amigos de toda la vida de norte a sur del país del espagueti. Dos semanas recorriendo tres mil kilómetros en un Fiat Panda, desde Milán a Palermo, pasando por Florencia, Roma, Nápoles y hasta por el mismísimo y recóndito pueblo de Corleone, cuna de la mafia siciliana, donde por cierto tuvimos un pequeño golpe con el coche, que nos hizo temer por nuestra integridad cuando vimos a los vecinos de aquel temido pueblo asomarse por los balcones. A quién se le ocurre meterse en problemas en Corleone. Pues eso.

La Cosa Nostra


Aquella mañana nos levantamos con ganas de mar. Y no entiendo cómo, porque ya llevábamos algunas noches dormidas al raso en la playa. Nos poníamos en hilera los siete maromos esparcidos por la arena, en un burdo intento de protección grupal que imagino resultaría cómico para cualquier avispado asaltante.

La cosa es que nos dirigimos al puerto de Sorrento, porque queríamos que algún marinero nos llevara de excursión a la isla de Capri, de la que habíamos oído hablar maravillasDespués de varias pesquisas entre atraques, dimos con un elemento peculiar que hacía ese tipo de servicios.


La conversación fue un tanto así de simple:

- Buenos días, queríamos alquilar un barco para ir a Capri. ¿Cuánto cuesta?

- Todo el día son 180 euros con capitán.

- ¿Y sin capitán?

- Sin capitán, 120 euros.

- Hombre siendo así, preferimos sin capitán claro. ¿Se puede?

- Eso depende, ¿tenéis carnet de patrón de barco?

- No.

- Bueno, no pasa nada, hacemos como si tuvierais. 

Tras una reunión de grupo de unos 20 segundos (que incluyó bailes festivos y salvas en honor de tan osado marinero que estaba dispuesto a dejarnos su nave), se tomó la decisión de echarse a la mar, de convertirnos en auténticos piratas manchegos.

Cuando se lo conté a mi madre, tiempo después, estuvo sin hablarme dos semanas.

Una vez nos aprovisionamos de víveres y chalecos salvavidas suficientes, llegó el esperado momento de la instrucción. El jefe de la embarcación pidió un voluntario, y yo me puse al timón como si en Albacete hubiera playa, para recibir un curso acelerado de pilotaje. "Así derecha, así izquierda, aquí el motor de emergencia, no olvides esta palanca que es importante...", en fin, minucias variadas que no pude escuchar por el alboroto de la tripulación, que ya vociferaban en la proa coooooon la botella de ron. La ignorancia es la felicidad más pura de todas.


Una vez entendí cómo funcionaba más o menos el barco, el dueño me dijo que perfecto, que él ya se bajaba y que nos veíamos a las cinco de la tarde en el mismo sitio. En ese punto fue cuando tuve que hacerle una pregunta que me rondaba insistentemente desde que empezó con sus explicaciones: "¿Por dónde se va a la Isla de Capri señor?"

Lo miré. Él me miró a mí, y señalando al horizonte con su mano izquierda dijo: "Todo recto para allá, como a una hora encontráis la isla". Agárrate las explicaciones del Capitán Pescanova. Y como otra cosa no podíamos hacer, pues para "allá" dirigimos el bote. Haciendo, eso sí, las correspondientes paradas en alta mar para recoger a los grumetes que perdíamos por la borda.




Y nuestro vigía, subido en el mástil de popa, por fin avistó tierra firme. Habíamos alcanzado la tierra prometida: la isla de Capri, que se presentaba ante nosotros para ser conquistada. Dedicamos toda la jornada a rodearla muy cerca de la costa, parando encallando en todas las calas para bañarnos, desembarcando en algún que otro acantilado  (donde dejábamos el bote a la deriva por nuestra falta de pericia usando el ancla) y con abordajes incluidos a barcos de piratas rubias y simpáticas para hacernos con sus doblones de oro.






Una locura y una irresponsabilidad, lo sé. Pero al mismo tiempo uno de los días que mejor me lo he pasado en mi vida. De vuelta a puerto tuvimos marejadilla y las pasamos un poquitín canutas, pero nada que un capitán no sepa solventar con cuatro golpes de timón bien dados.

Me hubiese encantado poner alguno de los vídeos que grabamos durante el día. Pero sinceramente no he encontrado ninguno con el que mi madre no deje de hablarme de nuevo.

Y eso si que no.

¡Buen fin de semana piratas!

domingo, 17 de febrero de 2013

CURSO DE JAPONÉS DE VERANO EN TOKIO

Hace unos pocos días me contaba mi amigo Luis (un auténtico crack de pies a cabeza) el nuevo proyecto con el que está actualmente trabajando. Hoy por hoy es el encargado de llevar toda la parte relacionada con el español de Go! Go! Nihon, una empresa que se dedica a ayudar a personas que quieren venir a Japón a estudiar el idioma japonés. Les buscan escuela, les ayudan a encontrar alojamiento, les solucionan los papeles de la compleja burocracia japonesa y además organizan actividades socio-culturales de todo tipo para una perfecta integración. Y, aunque os parezca mentira, todo ello totalmente gratuito. Ver para creer señora.


En este punto seguramente estaréis pensando que venirse a Japón a estudiar es un paso enorme, o que es demasiado dinero conforme están las calles. Pero la cosa es que ahora Luis y compañía están organizando un curso para estudiar japonés, de entre una y cuatro semanas, este verano en Tokio. Y eso ya es otra asunto mucho más accesible porque requiere de menos papeleo y uno puedo tomarlo como las soñadas vacaciones estivales. Un curso que ya hicieron el verano pasado, que fue un éxito rotundo, y que repiten en 2013 con más ilusión que nunca.

Vamos a ver el vídeo de promoción que han preparado y seguimos hablando. Pero tened cuidado, porque es probable que si ahora le dais al botón del Play, acabéis subiendo a un avión dentro de muy poquito. No será que no os aviso.


Este curso evidentemente no es gratuito, pero he estado revisando detalladamente el programa y tiene unos precios muy razonables, y que varían según la duración de vuestra estancia y las opciones sobre actividades y alojamiento que elijáis.  Cuatro semanazas donde habrá tiempo para estudiar y hablar japonés, pero también para hacer turismo interior, para conocer gente nueva e interesante y para saber más y mejor sobre cultura japonesa. Y nada menos que en Tokio. Y ya nos os cuento de las fiestas que se van a montar, que sé muy bien las que organiza el tío Luis, y os puedo prometer que no os vais a aburrir en absoluto.





Podéis encontrar todos los detalles sobre el curso aquí. Y para este año además lo mejor es que tenéis toda la información en español, y si os quedan preguntas que hacer, seguro estoy de que Luis estará encantado de atenderos en la página oficial en español de facebook o en la dirección de email: info@gogonihon.com

Pero es que os voy a decir más, si os apuntáis y decís que vais de parte del Tío Chiqui, os van a hacer un descuento muy majo para el curso de este verano. Sólo tenéis que poner en la casilla de "Código de Descuento" la palabra CHIQUI y arreglado.

¿Te apetece estudiar japonés en Tokio este verano?

lunes, 4 de febrero de 2013

EL PISTO DE HACERSE VIEJO


Se acercaba el 24 de enero y pensaba yo que algo habría que hacer algo para celebrar que alcanzaba la tierna e inocente edad de 33 años. Lo suyo habría sido aprovechar que este año mi aniversario elegía jueves, para montar una fiesta que sirviera como excusa para ver a viejos amigos ese mismo fin de semana. No resultaría tan fácil, ya que después de meses de negociaciones, la fecha elegida para despedir la soltería de un amigo sería precisamente el viernes posterior al día que me hacía mayor. De esa manera, mi onomástica servía de tapadera para liar al homenajeado, y que creyera que iba a un cumpleaños con gorros de fiesta, mata-suegras y bocadillos de mortadela de aceitunas del Mercadona, en lugar de dirigirse de cabeza al matadero municipal.


Aunque el sorprendido en ese caso también sería yo, porque aprovechando la clara nos disfrazaron a los dos, nos llevaron a un restaurante muy guapo de Ginza, y celebraríamos allí todo junto como si jamás fuera (o fuese) a volver a salir el sol por Antequera. De todo lo acontecido sólo diré que fue una noche épica. L e g e n d a r i a. Y que afortunadamente sólo tengo esa foto para demostrarlo.


Antes y después de todo aquello ya había recibido yo viandas y regalos en el trabajo, donde entre compañeros y amigos me hicieron sentirme un poquito más cerca de casa durante el día de marras y toda la semana posterior. Me tocó más de una noche salir de cervezas después del trabajo. Y si hay que hacerlo, se hace, maldita sea.

El problema radicaba por entonces en que llevaba a la espalda unas cuantas celebraciones y aún echaba mucho de menos a  esos que se añoran cada día aunque no puedas verlos en muchos meses. Y eso no podía ser de ninguna de las formas. Así que decidí pasar por alto los avisos de la casera de no celebrar fiestas en mi piso (el último sonó como un ultimátum muy jodido), y montar un sarao gitano este sábado para saldar mi deuda vital con los que me quedaban. Y cosas que pasan, en pleno invierno japonés, amaneció un día soleado en el que disfrutamos de 18 grados. Manga corta y terraza, nos os digo más.


Bueno, y que esta entrada lo que pretendía ser es un enorme agradecimiento por todo lo bueno recibido. Felicitaciones, regalos, insultos variados (necesarios), collejas virtuales e incluso algún abrazo perdido. De los de cerca y de los de lejos. Que de vosotros tampoco me olvido.

¡Mil gracias a todos!

lunes, 3 de diciembre de 2012

MI PRIMERA MEDIA MARATÓN

Aunque para entender todo debidamente deberíamos sin duda empezar por otra historia muy distinta. 

Mi amigo Kike me hizo una visita express hace algo más de un año. El país del sol que nace lo dejó perplejo y anonadado, y desde entonces en varias ocasiones me había amenazado con volver. Y este elemento es de los que cuando dice algo, lo cumple. Así, el tío Kike miró a la cara al puente de diciembre y le dijo que era hora de pagar la cuenta. Para repartir la factura decidió liar a otro mono, Antonio (el Sr.Thompson), que a su vez consiguió enrolar en la expedición a un tercer marinero: Chema. El daño estaba hecho; billetes sacados vía Moscú para pasar diez días con el Tío Chiqui en Japón.

No podíamos estar más errados. De repente recibí uno de esos tristes correos; la empresa de Kike le mandaba por trabajo a Brasil exactamente en esos días y tenía que cancelar su visita (previa pérdida del billete). El viaje quedaba descabezado con la baja del promotor, y sólo eran ya dos los elegidos. Menos mal que ni reserva de hoteles ni de nada habían hecho hasta la fecha. Desde Barcelona y Madrid, Chema y Antonio respectivamente cogían sendos vuelos para enlazar con el mismo avión en Moscú. Los problemas no habían hecho más que comenzar; Chema llegaba con retraso y perdía la conexión, por lo que debía esperar 24 horas para coger el siguiente vuelo. Así que el sábado por la tarde, de tres valientes tarados me llegó tan sólo uno (y acabado), el que fuera antes conocido como Sr. Thompson.


Para rizar el rizo, la llegada de los monos me coincidía con la media maratón de Yokohama este domingo, por lo que yo tenía la cabeza en otro sitio bien distinto a la preparación de la carrera. Con todo lo acontecido, las cosas estaban con que tenía a mi amigo sólo, así que, dados sus antecedentes de absurdez y locura, decidí proponerle correr el domingo conmigo, a lo que aceptó encantado sin pensar en las consecuencias y sin preguntar las condiciones. Correría sin dorsal, con unas zapatillas mías que le estaban pequeñas, la camiseta del Albacete Balompié y sin un sólo entreno en sus espaldas las últimas semanas. 

A las seis de la mañana tocaron diana y nos pusimos con el desayuno continental. Teníamos que estar a las ocho en la estación de Kannai para encontrarnos con Dani y Luis, que completaban el quinteto de cuatro corredores españoles. Y digo cinco porque todos teníamos claro que Oskar, que desgraciadamente se había roto un brazo la semana anterior, corría con nosotros ese día desde su casa. El equipo jamás abandona a nadie, y mucho menos, si es uno de los nuestros.





Un poco aturdidos por los nervios nos dirigimos a la salida caminando. Debíamos ser los últimos en llegar, porque aquello estaba ya atestado de gente preparándose con ilusión para el pistoletazo que marcaría el inicio. Y el final de meses de preparación y esfuerzo de todas aquellas personas. Me sorprendió ver a gente calentando más de una hora antes de empezar. Yo decidí ahorrarme todos esos pasos, ya que estaba seguro de que me harían falta más tarde. Buscamos entonces un trozo de suelo para ponernos los dorsales y finiquitar los últimos detalles. Todo estaba listo; camiseta de la selección, banda japonesa, chip en la zapatilla y el saco que había estado llenando con kilómetros de sudor colgado de la pierna izquierda.






Cuando estuvimos preparados nos pusimos en la salida para esperar nuestro turno. Era increíble ver a todo aquella gente sonriendo, ilusionados, aplaudiendo cuando por megafonía iban indicando que quedaban diez minutos, cinco minutos, un minuto.













Ya estábamos corriendo entre una marea de gente. La misma marea que no nos dejaba coger el ritmo que habíamos previsto tomar desde el principio. Con el enorme Luis a mi derecha como lo habíamos estado entrenando. Y así fuimos, charlando de todo y nada hasta el ecuador de la prueba, sin casi darnos cuenta de que llevábamos mejor tiempo del que nos hacían saber nuestros pulmones. 49:16 fue nuestro paso por los 10 km. Buen ritmo y buenas sensaciones para afrontar la segunda parte de la carrera. Por detrás, Antonio y Dani venían también juntos y cada vez más motivados.


En el km 14 llegó el temido divorcio. Luis tenía fuerzas para irse a subir el Fuji y yo le allané el camino para que demarrara y me esperará en la meta con un Aquarius y un par de abrazos. Era el momento adecuado para calzarme los cascos, y empezar a escuchar todos esos mensajes de ánimo que desde el miércoles no habían parado de llegar. Y que en ese momento tan buena falta me hacían. Joder, menuda sensación tan extraña la que pude vivir: con un gran cansancio y con las piernas comenzando a doler seriamente, y riéndome y emocionado como un niño con lo que me llegaba por los auriculares. Seguro que  a más de uno que me crucé le debió parecer raro ver a aquel extranjero que sufría y reía al mismo tiempo.

Hubo canciones, hubo chistes, insultos y ánimos. Y cada uno de ellos marcaban para siempre los kilómetros que iban cayendo a mis espaldas...17...18....19. Oí cantar a Merche, y hasta tocar el piano para mí a Diego. Escuché sin aliento el aliento de Emilio, de Rodri, de Eva, de Nur, de Guille, de Andrés, de Iguana, de Elenica, de Felipe, de Dani, de Maty, de Ale y de Marina. Y hasta de un robot viajero. Tuve que afinar mi inglés y japonés para disfrutar de las locuras que me decían Mami, Gami  o Hamano. Me estuve descojonando con las coñas de Oskar, Lorco, Xavi, Bea y Nerea. También con el inconfundible humor manchego de Priscila y Paco. Me tuve que acordar por fuerza de cuando los monos Nica y Joel vinieron a verme hace ya demasiados meses. Me emocioné con las palabras de apoyo de mis sobrinas, de mis primos machos, de  mis hermanicos, de mi padre y de mi madre.

Y con todos vosotros a mis hombros paré el cronómetro en 1:42:20. Acabado pero muy satisfecho. 



Y pensando desplomado en el suelo cuál sería la próxima.

¡Muchísimas gracias por vuestra ayuda!

martes, 27 de noviembre de 2012

¡ÁNIMOS PARA LA MARATÓN DEL DOMINGO!

El aspecto psicológico es un punto que entiendo fundamental a la hora de practicar un deporte. No le daré un porcentaje concreto, pero la cabeza juega un papel básico en el esfuerzo físico, por lo que si sabemos manejar bien nuestros pensamientos e ideas, seguramente conseguiremos optimizar nuestro rendimiento. Para la carrera del domingo (y como ya nos conocemos de lejos), he intentado visualizar cómo regirá mi cerebro para anticiparme en lo posible a sus debilidades. Creo que la adrenalina y los entrenamientos me llevarán casi solos hasta los dos primeros tercios de la media maratón, pero también me temo que los últimos 5 kilómetros puedan hacérseme un poco cuesta arriba.

Todo eso junto en un plato son guarnición, me hizo plantearme lo que fue una idea original de @72kilos (pasad por su blog a disfrutar de sus viñetas) durante la pasada maratón de Tokio, y que Oskar me contó hace sólo unas semanas (abrazos enormes para ti, que te vamos a echar de menos un huevo). Se trata de que amigos y familiares te graben mensajes de voz de ánimo, descargártelos en el ipod, y poder oírlos corriendo durante los momentos que más falta te hagan. Simplemente genial.

Así que eso es lo que os voy a pedir a los que queráis/podáis. La manera más sencilla me ha parecido usando un grabador de voz online que permite enviar las grabaciones por email. Podéis encontrar esta web llamada www.vocaroo.com pinchando aquí. Y vais a parar a la siguiente pantalla.


Aquí es donde se graba el asunto (pulsando Click to Record para empezar y Click to Stop cuando estéis  satisfechos de insultarme). En ese punto podéis escuchar el mensaje que habéis grabado (Listen) y si os cuadra que está ya bien así pinchar abajo en la derecha en Click here to save.


Se mostrarán unas nuevas opciones donde debéis seleccionar Email, donde se abrirá una nueva ventana y llegaréis al último paso para que yo reciba vuestros mensajes en mi correo. Ponéis mi dirección en destinatario (ferpisan(arroba)hotmail.com) y el vuestro como remitente, copiáis la palabra de seguridad en el recuadro y le dáis a SEND. Y arreglao el asunto.


Sentid la libertad de decid lo que os salga de ahí mismo, no hay límite de tiempo ni censura de ningún tipo. La única norma me la impongo yo, ya que no oiré nada de lo que allí digáis hasta el mismo día de la carrera durante los últimos 5 kilómetros. Y sobre todo no olvidéis decir quién sois porque yo andaré un poco perjudicao en esos momentos para reconocer nada.

¡Un abrazo y millones de gracias por adelantado por esos empujones para llegar a la meta!

martes, 20 de noviembre de 2012

UN GEEK EN JAPÓN: EL LIBRO PARA INICIARSE EN LA CULTURA JAPONESA


Después de 4 ediciones traducidas en varios idiomas, el libro Un Geek en Japón del gran Héctor García, conocido por todos como Kirai, ha salido por fin a la venta una versión ampliada y revisada a la que no le falta detalle. Dos años de trabajo que culminan hoy con la presentación de un trabajo con el sello de calidad de este pedazo de señor.

El libro está ya a la venta en Fnac, Casa del Libro y Normaeditorial.es, y en estos momentos se encuentra en el top 20 de ventas de amazon.es. ¡Vamos a ver si entre todos ponemos este ejemplar en el top 10 antes de que acabe el día!

¡Un abrazo!

domingo, 28 de octubre de 2012

UNA TRADICIÓN PROPIA

Hacer una quedada nos suele llevar semanas de preparación y cientos de correos electrónicos cruzados, la mayoría de ellos, sin ningún tipo de sentido ni fundamento. Yo el 25 no puedo que tengo una obra de teatro, a mí los miércoles me viene fatal con lo de mis clases de baile caribeño... En fin, que poner de acuerdo a tantas personas para un plan es complicado, aunque no deja de ser bonito, y casi ya tradicional, esta serie de correos de grupo que le hacen a uno sonreir cinco o seis veces extra cada día. Y cuidado que a veces hasta conseguimos quedar y todo.

Aquí la mayoría no tenemos familia que nos arrope por las noches, así que la gente de tu entorno más cercana se convierten de un plumazo en tus temidos parientes. Porque con alguien hay que discutir sin parar, abusar de su confianza y echarse las cosas en cara ¿no?. Y como en toda buena familia, hay fechas que hay que respetar bajo pena de arresto. O dile tú a tu madre que no vas a ir a cenar en Nochebuena este año. Lo más bonico que vas a escuchar en un "Haz lo que quieras", que tan punzante resulta cuando lo pronuncia una comprensiva mamá.

Pues bien, aquí nuestra dulce navidad podría ser la fiesta de Halloween. Que sí, que ya sé que es una fiesta americana, que ya sé que es todo copiado y que no tenemos costumbre de celebrarlo. Pero qué mas dará si ahora ese momento se ha convertido en algo especial para nosotros. Es el día en que no falta nadie, tanto, que este año hasta Xavi ha venido de Barcelona para vivirla con nosotros un vez más. En el hilo de correos de esta fiesta no hay excusas, ni discusiones de fechas, ese día no hay duda de que allí estaremos todos. Nos juntamos por la tarde desde bien temprano, nos probamos los disfraces, nos maquillamos unos a otros y pasamos un día genial entre amigos. Sólo nos podemos quejar esta vez de la espina que hay en toda bonita rosa, y es que la gran Sara se fue a New York a trabajar hace ya meses, y el sábado no pudo estar con nosotros, aunque estuviera tan presente.















*Gracias al gran Héctor por las fotos.