No me quedaré tranquilo hasta que no sepáis donde se puede debe comer como Dios manda en Albacete. Diréis que no le estoy poniendo empeño, y por eso aquí viene el tercer sitio de culto que os quiero presentar, tras haber escrito sobre otros dos lugares míticos como son Maralba y El Callejón, donde me puse fino filipino hace ya unos cuantos meses.
El Fogón es uno de esos sitios que uno no debería perderse si es un amante de la buena carne. Fueron los primeros que innovaron introduciendo en su cocina todo tipo de carnes exóticas (cocodrilo, piraña, canguro...) en la gran capital manchega. Y todos sabemos que los pioneros nunca lo son por casualidad, y es de recibo respetar siempre sus galones. Muchas son las veces que he comido en sus mesas, pero os voy a hablar de la última, que coincidió con mi visita a Albacete para la mejor feria de la historia y donde disfruté de la compañía de mi hermano Luis.
Allí nos sentamos para que Pedro y su familia nos mostraran su pericia gastronómica. Porque este local es familiero tanto en cocina como en sala, cosa que siempre da gustico del bueno. La primera tanda vino compuesta por cuatro tapas calientes. Destacaría la ronda de atrás hacia adelante, ya que me sorprendió gratamente el sabor del pastel de cigala con verduras, y la originalidad (y el guiño a la cocina japonesa) de la tempura de trigueros.
Buñuelos de bacalao
Croquetas de provolone con setas
Tempura de trigueros con azafrán
Pastel de cigala con calabacín y espinacas
Después de muchos días de fiestas, parece que nos enfrentábamos a una cena de las serias, y las piernas ya no estaban como las primeras jornadas de carrera. Aún así, respiramos profundo para darle la bienvenida a uno de esos platos que a mí me hacen sonreír siempre. Genial el giro gabacho con un hojaldre de hígado de pato con manzana, y su indispensable copa de Sauternes para acompañarlo. Señores, cuando coman foie, beban a mi salud una copa de este vino francés, y verán de qué manera realza el ya de por sí buen sabor de este alimento.
Y como no podía ser de otra forma, uno no puede venir a El Fogón y pretender irse sin probar la carne. Desde las entrañas de la cocina, Caridad y María Ángeles habían estado preparando a fuego lento, sin nosotros saberlo, un lechón asado, que resultó crujiente y muy sabroso. Como mandan los cánones, sin duda.
Dudamos entonces si era el momento de claudicar y retirarnos a nuestros aposentos, pero decidimos tirarnos a la piscina y degustar un postre por aquello de no dejar la cena coja. Eso no hubiera sido justo de ninguna de las maneras. Y no fue uno, sino finalmente dos los que tomaríamos. Me quedo con el buen recuerdo de lo refrescante del sorbete de mango para bajar semejante homenaje de feria.
Genial comprobar como un negocio familiar es capaz de hacer las cosas así de bien. Gente emprendedora que siempre está pensando en nuevas ideas que llevar a cabo, principalmente cuando tanta falta hacen personas que crean en sus negocios y sus posibilidades.
Redondos y felices, mi hermanico y el que escribe nos despedimos de Pedro para prometerle que pronto volveríamos a hacerles una visita. Que así sea.
Holadre de hígado de pato con manzana
Y como no podía ser de otra forma, uno no puede venir a El Fogón y pretender irse sin probar la carne. Desde las entrañas de la cocina, Caridad y María Ángeles habían estado preparando a fuego lento, sin nosotros saberlo, un lechón asado, que resultó crujiente y muy sabroso. Como mandan los cánones, sin duda.
Lechón asado con patatas paja
Tarta de queso con pastel de nueces y pasas, y sorbete de mango
Genial comprobar como un negocio familiar es capaz de hacer las cosas así de bien. Gente emprendedora que siempre está pensando en nuevas ideas que llevar a cabo, principalmente cuando tanta falta hacen personas que crean en sus negocios y sus posibilidades.
Redondos y felices, mi hermanico y el que escribe nos despedimos de Pedro para prometerle que pronto volveríamos a hacerles una visita. Que así sea.
Luis sensei y el Tío Chiqui
¡Feliz Semana Santa a tod@s!