FUSIÓN

Piedras contra mi propio tejado. Instantánea realizada por Maldita Nerea Maldita en nuestra escapada por Izu donde despedimos el verano con mucha pena.

Para qué voy a decir más.

Besos y abrazos.

KAWAGOE 川越市

Localidad cercana a mi barrio, pequeñica, bueno pequeña pero con más habitantes que Albacete, y que me atrevería a etiquetar en cosas curiosas que ver en los alrededores de Tokio.











Es una ciudad viva pero sin los agobios de centros turísticos típicos, pero no esperéis tampoco nada espectacular, que luego me diréis que vaya chusta. Tranquilidad, casas antiguas y calles que sugieren ser paseadas sin prisas. Las casas de color negruzco son su gran atracción por la increíble historia que encierran.

¿Alguien me sabe decir para qué puede servir una casa negra?

¡Un abrazo!


Cómo llegar: desde Ikebukuro, Tobu Toju Line 30 minutos 450 yenes

MANDA HUEVOS

El juego es sencillo. Sacar ese huevo de pez zebra de la membrana que lo rodea. Hazlo como quieras, me dijeron, pero debe quedar intacto. El inconveniente es que mide 700 micras y que hay que hacerlo con una lupa y unas pinzas.

Son las 10 de la mañana y tengo 500 huevos en una placa para practicar. Toco el primero levemente y se rompe. Qué gracioso esto oye, pienso. Llevo 20 rotos en 15 minutos, pero me lo estoy pasando de miedo, y es que a veces la ciencia es muy divertida. A las 5 de la tarde he insultado, jurado en hebreo y faltado al respeto a los ancestros de más de la mitad de las 200 pelotas de mierda que me he cargado.

A las 7 viene de nuevo mi instructor para hacer el experimento de verdad. Mantengo la compostura explicándole que es un pelín complicado. Ahora tenemos 20 huevos fluorescentes de los buenos y hay que conseguir sacar al menos 1, aunque me temo que este señor mirándome fijamente trabajar no me va a ayudar.

Huevo número 1. Acción. Pues sabrá dios por qué pero ¡lo consigo en el primer intento!. Por supuesto doy un grito de alegría mientras mento a su mamá y su papá. Mi profesor de pelar huevos permanece impasible ante mi incomprensible y poco científico comportamiento.

Y yo tan contento, y es que a veces menos es más.

TE ESPERO SENTADO

Ya te he dicho que estaré encantado de que vengas a verme, y además sabes que me hace ilusión. Serás recibido como mereces, aunque eso sólo quiere decir lo que dice. Que no es poco. Para que no tengas ningún problema, te cuento cómo llegar que es muy fácil. Atiende que luego no te enteras:

-Plántate en Madrid Barajas. Desde Albacete tienes trenes cada hora y autobuses que te dejan directamente en el aeropuerto (2,5 horas, 257 km y sobre 50 euros I/V).

-Súbete al primer avión que salga, sin miedo. Tienes que hacer escala porque a nuestra querida Iberia aún no le ha salido poner un vuelo directo (18 horas, 10776 Km y con suerte 600 euros I/V).

-¡Ya estás en Tokio! Espero. Una vez te asegures que sí, lo normal es que hayas aterrizado en el aeropuerto de Narita (si estás en Haneda la hemos cagado). Pasa el control de pasaportes. Dirígete al control de maletas con cuidado y pon cara de póker. Contrólate. Nadie debe darse cuenta de que me traes jamón y queso o sería una auténtica desgracia.

-Ahora ve a las taquillas de venta de billetes de autobús. Una vez allí elegimos la empresa keisei Bus. Pide un billete para Wako-shi y pregunta a qué hora y dónde sale el próximo. No te preocupes que hablan inglés, pero no te acostumbres (1,5 horas, 80 km y 2800 yenes).

-Aprovecha el paseo para disfrutar de las primeras vistas de Tokio. No hay pérdida, tras noventa minutos la primera parada es mi barrio y allí te estoy esperando, ¿no me ves? ieeeeeeeeee ¡Dame un abrazo joer!


¡Bienvenido!

YA ESTAMOS TODOS

Tenía yo un mal presagio. Una sensación incómoda pero placentera al mismo tiempo. Pero claro, siendo la mayor entidad bancaria del país y la novena a nivel mundial no era posible. Esta gente es seria, seguro que era alguna promoción especial o tal vez, que yo no me supe explicar como debiera. Al fin y al cabo no es algo que se use demasiado y lo realmente importante está por venir. El lunes me dijeron que tardaría tres semanas, y os estoy escribiendo desde un jueves de esa misma semana.

Abro el sobre.


Lo que me temía. Señores, un banco que tiene un beneficio neto de doscientos billones de yenes anuales. Ahora ya tengo una tarjeta y una libreta fantásticamente decoradas a juego.

Pero oye, que en lo que hay que ponerse serio se ponen. Todo viene perfectamente detallado en las instrucciones anexas.



Y yo que me había asustado.

¡Un abrazo!