jueves, 21 de mayo de 2009

HOLA, SOY BELÉN PICAZO


Qué bien he dormido. Pero ya no quiero más, que alguien venga a hacerme caso. Hacerme casuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu. Esta gente no se acaba de centrar hoy y para mí que aquí está pasando algo raro. El timbre ha sonado por lo menos diez veces y en casa hay demasiadas personas para ser tan temprano. Y papá venga a decirme que tranquila que no pasa nada. Se cree que nací ayer.

¿Qué harán todos estos almansinos aquí?


Por fin salimos a pasear, con una estampa algo atípica porque me han vestido de largo y vamos veinte personas en procesión. A muchos yo creo que los conozco de algo. Pero eramos pocos y parió la abuela; acabamos de juntarnos con otros tantos que venían por otro lado. Ahora si que voy a salir loca. Me están haciendo un millón de fotos, sin exagerar ni una. Menudo pisto se ha montado en un momento. Ojito a la panda de paparazzi que tengo enfrente.


Y este señor de negro tan simpático hablando todo el rato de Belén (que debo ser yo) y de un tal Christopher. Muy majete este hombre sí, pero me ha echado agua por el cogote y me dado un fresquete que te cagas. Fotos, vídeos, más fotos. Yo creo que esto debe ser como una presentación en sociedad de mí misma. Creo que empiezo a entenderlo, debo ser la última que ha llegado y por eso todos me miran; hay que ver que familia más guapa me ha tocado.

¡Ea! Pues me llamo Belén, muchas gracias por haber venido.

Seguro que nos vamos viendo.

¡Un abrazo!