Ya están aquí. Llegaron el domingo y parece que llevaran aquí seis meses. Que sensación de densidad produce esta gente. Venían rotos por el viaje pero eso no importó a estos valientes y decidimos salir a conocer las noches de domingo tokiotas.
Esta semana seré escueto a la hora de escribir porque no paramos un segundo y yo necesito dormir. El problema es que yo me vengo a trabajar y los dejo durmiendo, y claro, a mi vuelta han recuperado fuerzas y ya quieren pelotear otra vez. Me pregunto si van a ser capaces de aguantar este ritmo. Y sobre todo, si voy a ser capaz yo.
El Señor Thompson (el de la última foto) ya ha puesto su detalle de crack y en una de las ciudades más seguras del mundo le han robado la cartera. Bueno, más que robado, se la dejó mientras jugaba a una maquinita recreativa. Con los consiguientes bailes, canciones y celebraciones del grupo. Eres bueno Thomp. Muy bueno.
Anda que no les ha gustado el karaoke a estos pollos. Miércoles y ya hemos ido dos veces.Prefiero no decir nada. Mejor que cada uno escriba su historia.




Que no quede nada por hacer.
¡Saludos!