jueves, 6 de noviembre de 2008

¡GRACIAS HERMANO!

Ayer recibí un paquete de correos España. El primero que me mandan. Era de mi hermano Luis y mi cuñada Belén y fue una grata sorpresa. En su interior una emotiva carta, jamón y una camiseta recuerdo de nuestro paso por la final de la Eurocopa de este verano en Viena. Casi lloro, por el jamón claro.


En la carta bromitas variadas de aquí y de allí y la condición de poner una foto mía con la camiseta en este blog para que el regalo fuera legalmente mío. Hecho lo cual me quedo con la camiseta y me voy a poner de jamón hasta arriba. Tengo que decir que ya me habían mandado anteriormente una postal de LA FUENTE DE LAS RANAS del parque líneal para que pudiera mostrarles a los japoneses la Albacete monumental.




Para ellos va dedicado este post. Me ha hecho mucha ilusión. ¡Muchas gracias! Abajo nosotros en la gran final contra Alemania compartiendo foto con el gran Lonchas. Cómo echo de menos a este tío. Menuda Eurocopa que me pegué.


¿Alguién más estuvo allí?

martes, 4 de noviembre de 2008

EN UN LUGAR DE KANSAI

Allí, en el sur de Japón, encontré un pequeño trozo de La Mancha. Una parte de Albacete a miles de kilómetros de la gran capital manchega. Y fue gracias a que mi amiga Juana, gran podóloga ejerciendo en Albacete (pedirme sú número si precisáis de sus servicios), me puso en contacto con su primo Pedro, residente en Kobe (神戸市). El Restaurante Valmancha se encuentra muy cerca del ayuntamiento. A cinco minutos andando de la estación de Sannomiya.


Tuvimos también el placer de conocer a la mujer de Pedro, Miho, y a Kaori, la hija de ambos. Kaori tiene sólo ocho meses y nació en Albacete. Qué grande. Una medio manchega medio japonesa que además es más buena que el pan.


Nos pegamos un buen papeo. Cocina española de calidad. Queso manchego puro de oveja, aceite de oliva Olimpo, orujo de Barrax y, sin que pudiera ser de otra forma, cuchillos Arcos de la cuna de la cuchillería mundial. Una comida casera digna de cualquiera de vuestras abuelas. Además, la decoración del local está muy cuidada con muchos detalles de la tierra de Don Quijote.


Hablando de detalles voy a darle una alegría a los dos catalufos, Joel y Chimo, ya que entre tantos recuerdos de mi tierra colgaba de la pared un estupendo escudo del Barca, recuerdo de la visita del entrenador del segundo equipo al restaurante. Todo no podía ser perfecto. Que vida ésta.


Hicimos muy buenas migas con Miho y Pedro, tanto, que no dudaron en ofrecernos su casa para dormir las dos noches que nos quedaban de viaje. Eternamente agradecido por su hospitalidad y amabilidad. Abajo una foto en Dotonbori (道頓堀) de nuestra visita el lunes pasado a Osaka (大阪市).


Sin duda os recomiendo el Restaurante Valmancha si alguna vez el viento os lleva hasta Kobe, comeréis muy bien y disfrutaréis de mejor compañía.

¿Alguién conoce más restaurantes manchegos por el mundo?

lunes, 3 de noviembre de 2008

A KOBE EN TREN BALA (SHINKANSEN)

El pasado fin de semana fue puente otra vez. En este caso se trataba del día de la cultura. Va a parecer que no curramos nada, pero es sólo producto de vuestra imaginación. Se terció un viaje a la región de Kansai. Así que el viernes el Lorco, Nerea y yo cogimos un Shinkansen (el famoso tren bala) y nos plantamos en Kobe en un momento. Sólo pudimos reservar hotel para la primera noche ya que, al tratarse de un puente, estaba todo hasta arriba. Las noches siguientes serían una incógnita. Tiene su gracia viajar así, aunque sólo hasta que te quedas en la calle como una rata. Yo estoy acostumbrado a ir con mis amigos en el plan "ya se verá, vamos a dejarlo madurar". Y casi siempre funciona.

Visitamos Kobe la mañana siguiente. Vista panorámica desde el piso 24 del ayuntamiento, degustación de sake en una de las bodegas de la ciudad y visita al templo (foto arriba). Tuvimos la oportunidad de ver una ceremonia que los niños japoneses realizan a los tres, cinco y siete años. Ataviados con ropas tradicionales participan, casi sin ser conscientes, en este ritual nipón.

Muchos japoneses de la región de Kanto (Tokyo) me comentaron que hay una especie de rivalidad entre ambas regiones (Kansai-Kanto). Unos y otros se burlan de sus repectivos acentos aunque, por supuesto, yo no fuí capaz de coger esos pequeños matices del idioma que a ellos les resultan tan evidentes. Los vecinos se odian allende los mares. También pude saber que en Kansai la gente es más graciosa que en Kanto. Y es que algo tiene la gente del sur. Ya en el hotel, e inspirado por las lugareños vistiendo atuendos tradiconales, tuve tiempo de ponerme una Yukata y hacer un poco el mono.


Dedicado a mi hermano dejo un vídeo del tren en el que volvimos. Shinkansen N700 series. Es el último modelo de estos trenes y va echando leches. Dos horas y media entre dos ciudades (Osaka y Tokyo) separadas 500 kilómetros.



Saludos!