jueves, 24 de noviembre de 2011

LA CHICA QUE CORRE

Se sienta en el escritorio anexo al mío. Es una chica menuda, que no alcanzaría el metro y medio ni de puntillas, y que seguro abrazó los cuarenta hace no menos de cuarenta domingos. Nunca dice nada, aunque su timidez no justifica esa enorme falta de educación cuando uno nuevo entra por las mañanas con un alegre ohayo gozaimasu y se pega de frente con su férreo silencio. Desconozco que sucede cuando es ella la que accede a la oficina, porque siempre está aquí. Siempre.

Tiene dos estados fundamentales: completa quietud y movimiento absoluto. Mientras permanece en el ordenador no se cantea. Empiezo a sospechar si está viva del mismo modo que el resto. Porque no teclea, no mueve hojas, solo permanece horas con los ojos abiertos, como un ente semi-incosciente en continúo estado de alerta. Ahora bien, si tiene que desplazarse por motivo alguno, sale de repente disparada de su asiento con pasos cortos y rápidos. Es en esos momentos cuando me sobresalto en mi silla por ese cambio brutal en su dinámica de movimiento. En un principio me pareció algo gracioso, pero con el tiempo no puedo parar de preguntarme hacia dónde se dirige con esa premura, corriendo por los pasillos del edificio como alma que lleva al diablo. No importa su destino, actúa del mismo modo cuando tiene que ir al baño, como empujada por una gastroenteritis sempiterna.

En mi hueco del laboratorio la observo mientras mis plásmidos se remojan en bromuro de etidio. Corre de un lado para otro parando máquinas o limpiando trastos, en una habitación que no pasa de los 50 metros cuadrados. Haciendo un cálculo somero me sale que debe ahorrar unos tres minutos diarios gracias a esas rápidas mini-carreras. Que a mí me parezca absurda es egoístamente subjetivo. Cada cual con su camino.

Pero la escena se tornó dantesca el pasado miércoles. Mis animalicos decidieron que no me concedían el festivo y me tocó acudir al trabajo como un día más. Por supuesto allí está ELLA. Mi buenos días hace eco con las vacías paredes mientras mi compañera, inmóvil, mira su pantalla. Los dos solos en toda la planta. Tras algunos instantes de animada charla muda, pasamos al salón de probetas. Ella llega diez segundos antes, como yo ya me temía. Una vez allí, comienza su danza acelerada entre pipetas y bacterias.

Está lavando unos tubos de ensayo en la pila, cuando termina, corre veloz hacia la centrífuga que había puesto en marcha unos minutos antes. Cuando llega delante del aparato, se detiene frente a él y, desde lejos, observo que le restan cuatro minutos al programa seleccionado para acabar. Y allí estuvo, los cuatro interminables minutos quieta, sin pestañear, delante de la máquina a la que había venido corriendo para ¿ganar tiempo?

Visto lo cual, no me queda otra que retirar lo de mi pensamiento subjetivo y políticamente correcto. Menuda tarada.



¡Buena semana!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

BODA JAPONESA



Cuando se echa el ancla en charca alguna es de recibo que, más tarde que pronto, le inviten a uno a un enlace matrimonial. Como las pautas quedaban cumplidas de largo, Yuta y Mireia decidieron que este último sábado iba a ser mi primera vez. Ella, del curioso pueblo de El Vendrell, y él, más japonés que una bañera de ramen a las tres de la mañana.



Por si la originalidad no fuera suficiente, decidieron darle un toque personal celebrando tan feliz evento con una cena en un barco surcando la Bahía de Tokio. Genial idea que incluía un paseo frente a la isla de Odaiba pasando bajo el popular Rainbow Bridge. ¿Os acordáis cuando lo cruzamos por encima en tren? Pues ya le hemos dado la vuelta completa. Así somos nosotros.





La pena fue que, en una semana de sol de justicia, cayó el diluvio universal en la fecha y hora del esperado matrimonio. Así funciona esto, ya sabéis. Pero el mal tiempo quedó en mera anécdota, porque una vez dentro de la embarcación todo salió perfecto. Ya metidos en faena festiva,; salvo la evidente distancia entre los países de origen de los invitados, el menú a degustar y el hecho de tener que estar sentados directamente sobre el tatami, todo fue muy similar a lo que yo entendía por boda hasta ese momento.



Viene a ser lo mismo que sea de Badajoz que de Osaka, al final el primo del novio se pone cicatero igual.

¡Muchas Felicidades!


domingo, 20 de noviembre de 2011

EL CONCURSACO

No todo iba a ser pedir y más pedir votos. Ahora ha llegado el momento de celebrar y compartir el premio entre todos los que lo hicimos posible. Voy a intentar que alguno de vosotros tenga un regalo de reyes anticipado mediante un sencillo sorteo. Y lo vamos a hacer a lo grande. Tan grande como que el campeón de este nuevo juego del blog se va a llevar una pedazo de cámara digital Canon IXUS 310 HS. Ojito, que estamos que lo tiramos.




¿Cómo participar en el concurso?

1.- Si nos votaste en los Premios Bitácoras, solo tienes que dejar un comentario en esta entrada con al menos tu nombre y apellidos, para que pueda identificarte. Los comentarios anónimos NO SERÁN VÁLIDOS. Sólo se aceptará un comentario por persona (e IP).

2.- A cada participante le asignaré dos números en el orden en que reciba los comentarios. El ganador será el número que coincida con las tres últimas cifras del primer premio (el gordo) de la Lotería de Navidad del día 22 de diciembre de 2011. En cualquier caso el límite de números para este sorteo será 999. Si en algun caso se alcanza dicho número el juego quedará cerrado y no se aceptarán más participantes. Si el número agraciado en el sorteo del citado día 22 no ha sido adjudicado a ningún participante el premio quedará desierto.

3.- Si tienes camiseta NO PARO DE EQUIVOCARME, indícalo en tu comentario y tendrás el doble de participaciones para el sorteo.

4.- Aproximadamente una semana antes del sorteo publicaré una lista oficial con los participantes válidos y los números que les han sido asignados. El premio solo puede ser enviado a un domicilio del territorio nacional español.


Pero es que os digo más, el mejor comentario también tendrá premio. El más original/divertido/gracioso/ocurrente/emotivo se va a llevar una cena para dos personas en el fantástico restaurante Hanakura, un japonés tipo izakaya situado en Madrid y que se convierte de nuevo en nuestro patrocinador para este concurso. Habrá Hay un jurado especialmente designado para otorgar este premio.



¡A jugar señora!

*Actualización: el jurado ya ha sido designado y está compuesto por tres miembros, que serán anunciados a su debido tiempo. Aunque ya os anticipo que habrá polémica.