viernes, 16 de enero de 2009

RESTAURANTE JAPONÉS

Sushi, sashimi, arroz. Es lo que viene a la mente de cualquier español al que hablen de la gastronomía japonesa. Aunque parezca de cajón que no es posible que su cocina se acabe ahí. Y así es. Existen una gran variedad de restaurantes japoneses. Por supuesto que los hay de sushi. Y muchos. Pero se pueden encontrar también otros muchos tipos. Estos son unos pocos. ¿Alguien me ayuda a completar esta lista?

Yakiniku, donde sirven carne que tú mismo cocinas a la brasa.

Yakitori, una especie de bar de tapas donde puedes degustar pinchos con anguila, verduras y distintos tipos de carne.

Okonomiyaki, comida nipona compuesta de una masa con huevo y otros ingredientes que también preparas tú mismo a la plancha. >

Y una amplia variedad de platos que se pueden encontrar en locales más generales. Cualquier restaurante-bar se denomina Izakaya. En realidad podría traducirse literalmente como tienda de shake. Y los japoneses son asiduos a frecuentarlos tras la dura jornada de trabajo. En esas reuniones "laborales" no es extraño que la bebida corra a cascoporro. Y es que hay que olvidar las penas de alguna manera. Mi recomiendación es que os alejéis de los que pertenecen a grandes cadenas.

Kaiten-sushi es un tipo de restaurante de sushi pero en su versión "comida rápida". Los comensales se sientan alrededor de una barra por donde las raciones de sushi van girando gracias a una cinta. De esta forma puedes elegir tu tipo de sushi preferido. Al terminar pagarás en función de los platos que hayas cogido y del valor de los mismos, que suele indicarse por colores.

Os dejo un vídeo de una cena en uno de estos Kaiten en la visita de mis amigos en diciembre, desde la perspectiva de uno de los trozicos de sushi de la cinta.



¡Un abrazo!

miércoles, 14 de enero de 2009

IKEBUKURO 池袋

Barrio que da nombre a la segunda estación de metro más transitada del mundo. 2,7 millones de pasajeros pasan cada día por aquí. Y sitio obligado para mí mismo cuando quería moverme a cualquier lugar de la ciudad. Mi estación de cambio. Muchas veces, como en otras partes de Tokio, te encuentras caminando deprisa sin saber por qué corres tanto y hacia dónde. Es la masa de gente que te "obliga" a seguir su frenético ritmo. A ir a tu rollo sin mirar a nadie, como si estuvieras solo entre miles de personas.

Un día decidí parar. Quedarme quieto y observar la cosa desde fuera. Y no es nada especial. Es distinto. Personas anónimas se movían a mi alrededor hasta el punto de parecer que todo se repite cada pocos segundos. Con la sensación de que si hubiera seguido allí quieto durante días nada habría cambiado.

El vídeo de aquel rato un poco más abajo. Fijaros en el chaval que sale al final, que se queda parado atándose el zapato con la gente pasando casi por encima y luego me mira como diciendo quién será ese guiri capullo.




¿Qué pasaría si un día no pasara nada?


¡Un abrazo!

lunes, 12 de enero de 2009

DETRÁS DE LAS CÁMARAS

Debido al inminente estreno del programa "Castellano-manchegos por el mundo" (Lunes 22:00 horas, en CMTv) he decidido ofrecer un pequeño adelanto sobre lo que aconteció en aquel día que compartí con Sonia y Jacobo, reportera y cámara que me acompañaron durante todo un día en Tokio.


La cita fué a las nueve y media de la mañana en la estación de Shinjuku. Allí nos plantamos Nerea (mi representante en funciones) y yo. Madrugar en fin de semana está contra nuestras creencias, pero joer, un día es un día. La idea era enseñarles una parte de la ciudad mientras ellos me preguntaban sobre mi experiencia en Japón.

Casualidades de la vida, Sonia es amiga de mi hermana Llanos de toda la vida, lo que hizo las cosas un poco más fáciles.


Muchos nervios al principio. Después, más tranquilo, eso sí, sin parar de decir tonterías una tras otra. Fuimos al edificio del gobierno metropolitabo de Tokio, templo Meiji en el parque Yoyogi, Harayuku y Omotesando. Su visita coincidió con mis últimos días en Japón. Y ese mismo día era mi cena de despedida. Así que los invité a pasarla con nosotros y estuvieron grabando algunas cosicas con la gente ya medio contenta.






Fue una experiencia positiva. O eso creo. Aunque lo peor me temo es verse a uno mismo una vez que todo ha pasado. Que sea lo que Dios quiera.

Hoy es el primer programa con Pekín como protagonista. Ya os diré cuando me avisen para el de Tokio.

¡Un abrazo!