Básicamente todo el mundo ha oído algo sobre estos aparatos, aunque no tanto como se pudiera pensar. Estos instrumentos de higiene personal aquí son mucho más que más. No puedo entender como su uso no se ha generalizado en todo el mundo, cuando bajo mi punto de vista sólo ofrece ventajas al usuario. Más en sí que su funcionamiento, me es divertido observar las reacciones de la gente que los descubre por primera vez. Los comportamientos siguen un patrón definido que puede clasificarse en seis estadíos bien diferenciados: sorpresa, curiosidad, tímida experimentación, incredulidad, aceptación y adicción total.
El porque de todo esto tiene una explicación muy simplista que responde a las incomodidades habituales de un aseo convencional. Abre la puerta y entra que te explico.
Conservando lo clásico en las formas observamos elementos que nos son desconocidos. Pero vamos por partes. Esto es un ensayo así que no preocuparse por las referencias escatológicas que puedan asaltar nuestra mente. Levantamos la tapa y tomamos asiento.
Gustico. Resulta que tiene calefacción incorporada. Lo que evita esos insufribles encuentros de tu ojete con la taza en pleno invierno, que te tienes que sentar en tres veces para poder posarte del todo. Una luz que torna a verde se enciende a instancias de un sensor, e indica que el aparato ha detectado tu presencia y está listo para recibir lo que tenga que venir. ¿Has terminado ya?. Pues ahora es cuando empieza el juego de verdad. No te levantes. Tienes una consola de mandos a mano de derecha.
Ahora viene el chorrazo. Dejando a tu imaginación que interprete libremente, te contaré que manejando esos botones puedes conseguir un reconfortante chorro de agua caliente. Puedes cambiar su temperatura, presión y orientación para que pegue allá donde tú más lo necesites. Por si te falta de algo, también hay aire caliente a presión para el posterior y necesario secado del ohayou (おはよう).
En un derroche de conciencia ecológica, este WC superinteligente además aprovecha el agua que llena la cisterna para que puedas lavarte las manos con un mecanismo tan simple como el útil.
Eso es todo amigos. Bienvenidos al estado uno y dos, esto es un camino sin retorno.
Nos llevan años de ventaja.