jueves, 16 de septiembre de 2010

BIENVENIDO A CASA

Con tiempo, para que no se hiciera tarde. Con un correo electrónico hace un mes y medio, me avisaban de mi fiesta de re-bienvenida al insituto RIKEN. El evento lo prepararon entre todos los miembros del laboratorio en una sala especial para estos acontecimientos contigua a la cafetería. Espectacular organización y comienzo a las seis cero cero, como estaba programado hacía meses "día 16 de septiembre a las 18:00", rezaba el emilio. Tras discurso inaugural del maestro sensei (no pillé ni una pero sonreía como el que más), comenzó el festín.




Allí pude conocer a los nuevos, y me reencontré con los veteranos. El ambiente en estas fiestas es agradable, pero que nadie se espere una fiesta a lo loco. Relax, tranquilidad y conversaciones alrededor de una mesa. Y por supuesto, preguntas típicas acerca de tópicos españoles. Luego se animó la cosa un poquejo. Acabé juntándome con lo mejor de cada casa y claro, terminamos cerrando el bar.



Cabría destacar, que una señora mayor muy simpática me convenció para dar el mes que viene unas clases de cocina española en el centro cultural de mi barrio. Quieren que les enseñe a hacer paella y tortilla de patatas. Agárrate. Mamá, creo que necesito ayuda.

¡Un abrazo!

miércoles, 15 de septiembre de 2010

INVERSIÓN REDONDA

Día de hacer la primera compra y hacerme con productos básicos para mi hogar. Fue curioso ir a mi supermercado Ito Yokado de nuevo y darme cuenta de lo despacio que se mueve el mundo. Esto es un barrio, y aquí se vive de la rutina. Sentí como viajaba dos años atrás, donde seguramente hubiera estado el mismo señor mirando durante minutos que fideos elegir, o esas dos señoras conversando exactamente de lo mismo de lo que hablaban hoy. Intuyo cierto bienestar en el ambiente, no tengo claro si podría ser felicidad. No, no lo tengo claro.

Después de incalculables esfuerzos por encontrar sal, leche o aceite me encuentro ante el mostrador de embutidos algo nuevo. Ilustración.


Jamón de Jabugo Consor, mu rico. Aunque habría que probarlo. Pues bien, ese sobre de 30 gramazos de peso cuesta 980 yenes. Al cambio de hoy mismo son 8,82 euros. Lo que me hace pensar. Si yo colé en la maleta unos 800 gramos de jamón, eso sugiere irremediablemente dos cosas: una, que tengo 235 euros de jamón en casa y dos, que no sé porque tengo la nevera sin candado ni cerradura ni nada de nada. Ahí tenéis mi caja fuerte.



¡Un abrazo!

martes, 14 de septiembre de 2010

ESPAÑA JAPÓN ESPAÑA JAPÓN ESPAÑA

En estos primeros días intento volver a pensar en japonés. Aunque ya estuve aquí no es fácil cambiar de tercio. Ejemplo práctico. Llego la tarde del lunes al laboratorio después de 24 horas de viaje. Me espera el gran Shimozono san para darme la bienvenida con las llaves de mi nueva casa y una carta de la secretaria del departamento:

"Querido Ferichan: Mañana tenemos que ir al ayuntamiento de la ciudad de Wako para solicitar tu empadronamiento. Después iremos al banco para abrirte una cuenta. Nos vemos a las 8:15 en la puerta de la estación. Si tienes jet lag o te encuentras cansado llámame por favor. Saludos. Hiroko"

¿¿A las ocho y cuarto de la mañana?? Madre de Dios, que acabo de llegar. Punto para España. Decido no ser un blando y acudir a la cita. Sabiendo el percal llego a y catorce, un minuto exacto después llega Hiroko. Aquí siempre puntualidad absoluta. Punto para Japón. Me dice que viene a por nosotros el jefe del laboratorio para llevarnos en coche. Flipo. Punto para Japón. Los tres al ayuntamiento. Llegamos y nos recibe una funcionaria en la entrada, que nos acompaña a la mesa correspondiente donde nos esperan otros dos funcionarios sonrientes y reverenciantes para atendernos. Punto, punto, punto y punto. Después de diez minutos acabamos los trámites, por cierto, gratuitos. Nos vamos al banco Mitsubishi. Nos recibe una empleada en la puerta para informarnos y darnos la bienvenida. Japón vuelve a pegar. Hay que rellenar un impreso en japonés, pero tiene que hacerlo el titular de la cuenta. Le explico que no sé escribir. Lo mismo me da. Ahí me teniáis copiando dibujitos en un impreso exacto que a mi lado rellenaba Hiroko. Absurdo. Punto para España. Vamos a ventanilla y presentamos lo necesario. Después de darnos las gracias cincuenta y seis veces nos da un cartelito con un número para que esperemos en el sofá de enfrente a que la libreta esté lista. Me dan el 1. Cosa comprensible ya que sólo estoy yo en el banco. Tratad de imaginar mi cara esperando mi turno en un banco sin más clientes con un cartel rojo con un 1. Punto para España.

Son las diez de la mañana, llevo 15 horas aquí y ya soy ciudadano legal y tengo poderes financieros. Recibo mi nueva libreta de ahorro, después de muchos formalismos y papeleo y exigencias burocráticas me entregan lo siguiente:



Y es que cada sitio tiene sus cosas.

¡Un abrazo!

Chiqui.

lunes, 13 de septiembre de 2010

REACTIVANDO EL BLOG


Toco suelo nipón tras dos largos años, espero ante los mostradores de inmigración. De forma casi involuntaria enciendo mi móvil. Mensaje. El artículo que hace tiempo esperábamos publicar en mi anterior laboratorio ha sido aceptado. Justo ahora, precisamente hoy. Mientras yo intento abrir una nueva vida, otra se cierra a mis espaldas sin pedirme permiso, exactamente en ese momento. Vuelvo a leerlo. Ese mensaje seguía ahí, recordándome que cada uno construye su camino. Un camino que a veces tiene baches, piedras y barro o está habitado por bandidos y cuatreros. Pero que es bonito visto en la distancia, largo, sinuoso y con esos cruces con sendas construidas por otros, y que los hace únicos. Recordándome que esas experiencias no se vuelven a andar, que ese camino no se vuelve a pisar.

Éste en el que ahora estoy no es nuevo. Viene desde La Mancha hasta Tokio pasando antes por otros lugares. Sobra decir la encrucijada que se encontró en Albacete, donde está una de las partes de este sendero que merece la pena visitar. Estoy impaciente por saber donde acabará todo esto, así que, andando.

Mirando siempre hacia delante. No nos queda otra.


Un abrazo,

Chiqui.