miércoles, 15 de febrero de 2012

ATRAPADA

Se me ocurrió en un día indeterminado de una semana confusa y desde entonces no se me había olvidado. Como siempre ando dándole vueltas a mil asuntos pensé que sería otro más, pero parece que él no estaba dispuesto a rendirse y aguardaba oculto bajo una perezosa neurona pinchándome algún nervio siempre que le dejaban oportunidad. Tanto dió por saco que nos sentamos a hablarlo con sensatez; la poca que yo pudiera aportar, y toda que se pueda esperar de un pensamiento abstracto.

Estaba decidido: me iría a un pueblo pequeño perdido de la mano de algún Dios (el que ustedes gusten adorar) un par de días, solo y con una mochila que no pesara más que por algo de abrigo y un par de buenos libros. Podría ser un plan relativamente normal, aunque no lo es en mi caso porque nunca se me había ocurrido una retirada en solitario de este tipo. Poco importa ese detalle, me apetece y punto.



Dado lo escaso de mis exigencias sólo me quedaba encontrar un sitio calentico donde extender el futon y dejar que las horas pasaran entre aventuras escritas. Tengo mi pueblecete localizado, y tengo apalabrado un pequeño ryokan, que antiguamente fue un templo, para descansar plácidamente de las siestas que duerma entre descanso y descanso.



Hace unas semanas el escritor Andrés Pascual tuvo el detalle de enviarme un ejemplar dedicado de su nuevo libro El haiku de las palabras perdidas. No se me ocurre mejor manera de disfrutar de esta inquietante historia que rodeado de montañas nevadas en lo profundo de los alpes japoneses. Cuando lo termine os hablaré de él con detalle, pero os adelanto que la temática y las críticas prometen.

Me voy de atrapada a la montaña. Y ya veremos si vuelvo.

lunes, 13 de febrero de 2012

LA BUENA

Parece que el frío quiere ir relajándose a pasos cortitos. A esos pobres cuatro grados más mi cuerpo se lo agradece rescatando ánimos que estaban sepultados bajo la nieve. Hay ganas de hacer, y esta primavera, que ya se deja ver tímidamente por las islas subtropicales de Okinawa, las ilusiones se amontonan entre decenas de proyectos. En cuanto salga el primer rayo de sol tenemos que quedar para desembalarlos; para ordenarlos cuidadosamente según la anarquía que nos gobierne ese día. Son los detalles imaginados los que más sonrisas regalan; si cierro los ojos bien fuerte puedo oir el sonido del motor del autobús partiendo de Albacete, muy temprano, con el día aún escondido, cargado de viajeros repletos de la intensidad que dan los grandes cambios.

Sensaciones. De que has encontrado el sitio exacto por donde el río revuelto fluye sin escollos. De que no hay nada que sea capaz de pararnos esta vez. De tener la certeza de que son ellos, de que es el momento, de que no podrías haber escogido mejor, de que ha llegado la hora de que ajustemos las cuentas con aquel que pensó que podía ganarnos.

Y casi sin respiro te confirman tus mejores sospechas. La primera predicción del año sitúa el comienzo del Hanami en Tokio el día 30 de Marzo, víspera de la partida del viaje Albacete-Japón Express. Tan sólo un día antes comenzarán a florecer los cerezos en Kioto, tiempo prácticamente perfecto para que al llegar podamos ver la gran explosión de color primaveral en el espectacular Pabellón Dorado o en el imponente templo Kiyomizudera.

La predicción también detalla que se espera que las flores se encuentren en Tokio es su esplendor máximo para ser observadas entre el 5 y el 14 de abril, lo que coincide plenamente con la estancia del grupo, que aterrizará en tren bala precisamente ese día cinco para disfrutar de Tokio y de sus orgullosos Cerezos en Flor.