Seguramente habría sido más inteligente escribir esta entrada antes de regalar el libro, ya que tras conocer al ganador de El haiku de las palabras perdidas me temo que recibiré quejas, palos y algún que otro improperio inmerecido. Así soy yo, y así es mi eterna convicción por mantenerme errado.
En cualquier caso os quería contar que he presentado un relato corto, inspirado en un post de este blog, a concurso. Después de hablar del gran libro de ayer y de este fantástico escritor mi osadía os puede parecer enorme, pero yo prefiero verlo como una pequeña y modesta alternativa. Podéis leer el relato completo AQUÍ.
En cualquier caso os quería contar que he presentado un relato corto, inspirado en un post de este blog, a concurso. Después de hablar del gran libro de ayer y de este fantástico escritor mi osadía os puede parecer enorme, pero yo prefiero verlo como una pequeña y modesta alternativa. Podéis leer el relato completo AQUÍ.
Os invito a leerlo, y si es de vuestro gusto, a que lo votéis para que salga pronto (ya queda poquito) en el top ten. En caso de ser así id con cuidado, porque es un tanto lioso. Es obligatorio votar a DOS relatos (elegid otro que os parezca) y, sobre todo, CONFIRMAD pinchando en el enlace que encontraréis en el email que os envian. Sin este último paso los votos no cuentan como válidos.
Y ahora vayamos a lo importante. Primero congratularnos por la alta participación y el ingenio de los jugadores. Me he reido mucho.
Me han gustado bastante los que se negaron a seguirme en twitter. En un juego enrevesado como éste, cabría pensar que quien menos se merece el premio precisamente es el que no cumple las normas. Eso nos llevaría a otorgarle el ansiado galardón, con lo que el resultado final sería que alguien que no cumple gana, es decir, un merecido inmerecido premio. Ante semejante rayada decidí descartarlos. Pero fue un buen intento.
Entre la mayoría que esperaron al punto dos para desmerecerse hubo algunas grandes aportaciones. Me gustaría destacar la presencia de varios nuevos participantes (bienvenidos sean), así como la tenacidad de los 9 comentarios de Lorena , el informe completo de Joel, o la extraña petición de Luis-sensei para que Míchel se lleyera el libro. Así todo, al final me quedé con los dos que más gracia me habían hecho, y ésos eran los de Merche y Eomerman.
Tenía que decidir. Y estoy seguro de que Emilio, gran ganador de otro de los concursos, entenderá que esta vez la ganadora sea Merche. El haiku de las palabras perdidas ya tiene tu nombre y va rumbo a tu casa amiga.
Me han gustado bastante los que se negaron a seguirme en twitter. En un juego enrevesado como éste, cabría pensar que quien menos se merece el premio precisamente es el que no cumple las normas. Eso nos llevaría a otorgarle el ansiado galardón, con lo que el resultado final sería que alguien que no cumple gana, es decir, un merecido inmerecido premio. Ante semejante rayada decidí descartarlos. Pero fue un buen intento.
Entre la mayoría que esperaron al punto dos para desmerecerse hubo algunas grandes aportaciones. Me gustaría destacar la presencia de varios nuevos participantes (bienvenidos sean), así como la tenacidad de los 9 comentarios de Lorena , el informe completo de Joel, o la extraña petición de Luis-sensei para que Míchel se lleyera el libro. Así todo, al final me quedé con los dos que más gracia me habían hecho, y ésos eran los de Merche y Eomerman.
Tenía que decidir. Y estoy seguro de que Emilio, gran ganador de otro de los concursos, entenderá que esta vez la ganadora sea Merche. El haiku de las palabras perdidas ya tiene tu nombre y va rumbo a tu casa amiga.
¡Un abrazo!