La semana pasada recibíamos los primeros copos blancos de la temporada en Tokio. Friaco que hizo esa mañana y enorme la nevada con la amaneció la ciudad, susurrándonos a voz en grito que nos quedáramos en casa al amparo de nuestra manta. No pudo ser, y con las mismas un servidor, que no es muy listo, montó valiente su moto y llegó al trabajo como un jodío chuzo de punta.
Lo que yo no podía imaginar es que esa repentina ola de frío no fue un capricho invernal cualquiera. Y es que el pueblo es soberano y sabe más que nadie. Ese día era la víspera de lo que en Japón denominan como Daikan 大寒, o como entenderíamos nosotros, en una traducción libre y casera , "la de Cristo bendito de frío".
El primer kanji 大 (dai) significa mucho o grande, y el segundo 寒 (kan) quiere decir frío (también se puede leer como samui). Y todo junto nos indica que el 21 de enero es el día que los japoneses consideran tradicionalmente el día más frío del año.
El primer kanji 大 (dai) significa mucho o grande, y el segundo 寒 (kan) quiere decir frío (también se puede leer como samui). Y todo junto nos indica que el 21 de enero es el día que los japoneses consideran tradicionalmente el día más frío del año.
Esta jornada ha quedado además como preludio del Setsubun 節分(literalmente separación de estaciones), una celebración que se festejaba en cada cambio de estación, pero que actualmente se celebra sólo el 3 de febrero para festejar que se deja atrás al invierno y dar la bienvenida a la esperada primavera. El Setsubun tiene asociados algunos curiosos rituales que algún día os contaré. O no, ya veremos.
El asunto es que en mi instituto hacen una fiesta con este motivo; la Setsubun Party (hernia inguinal le dió al que le puso tal nombre), y que, sin saber bien por donde me ha venido la tollina, me han nombrado coordinador del evento y tengo que organizar comida, bebida y entretenimiento para ciento y la madre a caballo.
¡Feliz semana!