Como reinaba mayoría culé, decidí hacerme una foto y colgarla en facebook para, si era posible, desquiciar un poco al tío Joel.

En pocos minutos, entraba a mi muleta como el Miura de buena raza que es. Pero lo que comenzó con un diminuto grano, no tardó en parecerse a una montaña. Y el pequeño hueco creado en la red se convirtió en un foro futbolero que albergaba a tarados de varios puntos del planeta. Me explico con imágenes mejor.

En directo y desde cuatro franjas horarias distintas, Joel (hijo de kalel), Priscila, la Princesa Melón, un librero judío, Guacimara y un servidor "discutimos" durante todo el tiempo que duró el encuentro. Innumerables puyas y todo tipo de improperios volaban vía internet de una parte a otra del mundo. Como si fuera gratis.
Todos separados muchos kilómetros de distancia, pero disfrutando del partido alrededor de una misma e improvisada mesa. Puede ser que no fuera nada más que una casualidad. O puede ser que necesitáramos pasar un rato juntos después de tanto tiempo. Cualquier cosa es posible. Lo que me pareció evidente es que se intuían sonrisas desde todos esos reinos. Y que poco importaba quien ganara la copa.