martes, 16 de octubre de 2012

IRRITACIONES, MENTIRAS Y CINTAS DE VÍDEO

Aún recuerdo aquel gesto que no soportaba de ella. Sé con certeza que no lo hacía para perturbarme, pero aquel simple detalle removía algo en mi interior que acababa de un plumazo con la poca paz interior que pudiera tener en ese instante. Y pensándolo con un poco más de calma, no era sólo una cosa, ni mucho menos. Había muchas otras que me jodían dolorosamente de una manera irracional. Y así me quedaba; irracionalmente jodido sin decir lo que pensaba, porque sencillamente la culpa de todo aquello no era más que mía y no tenía ningún derecho a presentar contra ella la más mínima querella moral.

Éstas cosas nos ocurren con mayor intensidad con personas que nos sienten de cerca. Padres, hermanos o primos, pero principalmente con las parejas. No se aguantan ciertos comportamientos o actitudes del otro y se odian (literalmente) esto o lo otro que unos y otros hacen en sus rutinas diarias. Esto es así. Se aprende a convivir con ello y a mirar hacia otro lado con un escozor que en ocasiones pica a rabiar amenazando con echar abajo los pilares de nuestra paciencia.

La red ha cambiado completamente nuestra manera de comunicarnos con el entorno, como ha transformado para siempre las relaciones interpersonales. Han nacido conexiones que antes no existían. Y por supuesto el sistema ha encontrado la forma de humanizar esas conexiones llenándolas de sentimientos en cada palabra, cada icono y cada expresión que viajan a través de twitter, facebook o cualesquiera de las vías de comunicación en internet. Ahora nos molestan, e incluso nos cabrean, lo que otros escriben muchas veces sin un motivo demasiado claro. Te jode y punto. Pero como en la vida real la mayor parte de las veces te callas para no cagarla. Hasta que un día no te callas y aparece lo que llamo "el cabreo electrónico", un enfado virtual muchas veces provocado por lo aséptico del medio en el que navegamos. Tan absurdo como humano.

Pues bien, para canalizar toda esa irritación os voy a contar donde me pica a mí y una cosa que me quito. ¡Ojito! Es muy probable que te sientas identificado con algo de lo que vas a leer. No te preocupes que no es por tí, recuerda que es siempre por otro. Incluso mucho de lo que os cuento, yo también lo habré dicho más de una vez. 

Pero ya se sabe que no es lo mismo llamar que salir a abrir. Ahí va mi lista:

- A propósito de la situación de crisis en España muchos son los que vierten sus interesantes opiniones sobre el asunto. Expresiones como "Así nos va" o "País de pandereta" inundan nuestros muros haciendo nuestro día un poco menos llevadero. Fascinante aportación que no deja de sorprenderme. Suele este tema estar íntimamente ligado a individuos que se convierten en loros de los políticos, repitiendo lo que esos señores de negro feos dicen en sus ruedas de prensa o en sus mítines de campaña. Por favor, no ayudemos a esa gentuza a convertir los problemas políticos en sociales.

- Sospechoso con preocupación desmedida de las personas que hablan más por twitter o facebook que en persona. Ni una palabra en reuniones, cenas y verbenas, pero completas reflexiones de 140 caracteres. Cuidado con ellos, son muy peligrosos.

- Elementos que sólo saben quejarse. Cuaquier cosa va bien, si no hay nada malo para protestar entonces se dramatiza un asunto trivial para convertirlo en una tragedia de dimensiones bíblicas. Pongamos un par de ejemplos. "Me han cobrado dos céntimos por una bolsa en el super...estoy indignadísimo!!!!" o "Hoy está lloviendo mucho y no podré ir a hacer yoga al club de campo....preferiría estar muerta!!!". Por dios. ¡¡Por dios!!

- Entradas escritas en un blog después de largo tiempo sin actualizar que contienen el siguiente fragmento que pasará para siempre de generación en generación: "Perdón por haber estado tanto tiempo sin escribir, a partir de ahora voy a actualizar más a menudo en el blog porque tengo muchas cosas que contar". Preludio de cierre, habitualmente última entrada.

- Visionarios que predicen guerras mundiales, catástrofes naturales y accidentes varios. Habitualmente se convierten en físicos nucleares, criadores de perros o periodistas de guerra, dependiendo de lo que exija la noticia de actualidad en cuestión. Se hace especialmente necesario exagerarlo todo hasta la lágrima para hacerlo parecer un escenario apocalíptico.

Y por el momento esto es todo lo que recuerdo. No se me molesten por favor, que son de esas cosas que a uno le joden sin motivo. Piensen si no en cuando su novio, esposo o amante deja la tapa del inodoro levantada, o cuando su mujer, compañera o amiga  trata de darle conversación cuando está jugando el atleti.

No tenemos solución y claro,así nos va.

domingo, 14 de octubre de 2012

OKINAWA 沖縄県

La isla de Okinawa pertenece al archipiélago de RyuKyu, siendo ésta la isla más grande y extensa del mismo, y donde se sitúa además la capital de la prefectura de Okinawa: Naha. Esta región es la que se encuentra más al sur de Japón y, dada su mayor proximidad al trópico, tiene un clima muy suave que mantiene la temperatura de la zona a unos 20 grados de media durante todo el año. Muy cerca de aquí es donde se encuentran las Islas Senkaku (para los chinos Diaoyu), por la que Japón y China mantienen una fuerte tensión territorial y diplomática en las últimas semanas.



Con toda esa información a nuestra disposición y con la amable invitación de Alain a invadir su hogar (con lo que ni siquiera teníamos que buscarnos un buen hotel japonés), decidimos que era el lugar perfecto para darle caza a un verano que se nos escapaba de las manos con la traicionera ayuda de la venida de octubre. Así, el tío Rodri y el que narra trazamos una hoja de ruta casi perfecta a la que más tarde se agregarían Carlos y Pablo para cerrar un equipo que todavía no había hecho historia.

Posando con el maldito Awamori

Porque deberiáis saber que Okinawa tiene varias cosas que saltan a la vista. Por todas los rincones puedes encontrar playas preciosas, simpáticos okinawenses u okinaweños, militares americanos gigantes tatuados (que viven en las inmensas bases que Estados Unidos mantiene aquí desde la Segunda Guerra Mundial) y Awamori; la bebida local, que está fuerte como un diablo y es más peligrosa que Ikusuki con un iPhone nuevo subido en moto por Shibuya.






Pues eso, que fueron cuatro días perfectos para cerrar el verano a lo grande entre playas, fiestas, matsuris de cuerda grande y risas en mi primera visita a unas islas que me verán volver más pronto que tarde. Y además de darle las gracias a Alain por ser un magnífico anfitrión, eso es todo lo que puedo contarle por el momento señora.

¡A pasar buena semana majos!