No puedo evitarlo, me encantan los hoteles, y además me gusta enseñar las entrañas de los mismos, e intentar transmitir lo que uno u establecimiento me inspiran. Lo digo siempre: un alojamiento para mí no es sólo un lugar donde pasar la noche. Es mucho más que eso, es nuestro hogar por unos días, y su personal, la familia que en esas escasas horas nos cuida y nos intenta hacer sentir como en casa. Por eso pienso que una parte importante de las vacaciones, reside en el lugar donde decidimos descansar de tantas nuevas emociones vividas.
Tengo que decir que mi primer encuentro con este hotel no fue el ideal, tuvimos un par de pequeños problemas que, por supuesto, hice saber al personal inmediatamente. No me considero una persona quejica, pero sí exigente, y cuando algo no me cuadra con lo que yo espero de un hotel lo comunico sin complejos. Me pidieron perdón muy educadamente y yo acepté sus disculpas de la misma forma. No tengo ningún problema en entender que todo el mundo puede equivocarse en su trabajo alguna vez, y que lo importante es saber enmendar el error y rectificar de la forma correcta. Así es como se hacen las cosas, si señor.
Así que finalmente pude disfrutar de mi estancia como estaba previsto. Cierto es que los más de veinte grados de Lanzarote en pleno diciembre ayudan mucho, y es que hay que ver qué bien viven en las Canarias y que islas tan bonitas tienen. Os dejo a continuación con el vídeo donde muestro una de las habitaciones más impresionantes del hotel; la Suite Agua, situada en la planta 16 y con unas vistas que quitan el hipo. Si estáis con síndrome post-vacacional tal vez deberíais pensarlo dos veces antes de verlo.
Precio: 100 euros habitación doble básica (Alojamiento y desayuno)
Valoración: el más urbano de los hoteles de 5 estrellas de Lanzarote, ya que se encuentra en la capital, Arrecife, aunque situado justo enfrente del mar y con una playa a sólo unos metros. Buena relación calidad-precio, internet Wi-Fi gratuita disponible en todas las instalaciones y desayuno (incluido en el precio) bastante variado y bueno. Aparcamiento subterráneo de pago pero económico (5 euros/día). No hay que perderse las vistas sobre el mar desde las habitaciones (no todas tienen), y el Restaurante Altamar de la última planta (me encantaron las croquetas de chipirones en su tinta con plátano frito).