miércoles, 15 de abril de 2009

MAÑANA

Qué sonido más jodido. Son las ocho y media. Necesito cinco minutos más, que luego serán diez que serán quince. Saco un pie pero hace frío y lo vuelvo a meter. Yo de aquí no salgo. Lo juro. Mis principios se derrumban enseguida, hago fuerzas y me ducho con agua hirviendo. Pongo música mientras realizo mis quehaceres de amo de casa. Ordenador, libros y paciencia vienen conmigo cuando salgo a la calle dirección al laboratorio. Quién me iba a mí a decir que iría yo a currar en bici.

Mi vida en Japón es buena. Estoy feliz. Pero entre historias, anécdotas y viajes nunca me he parado a relatar qué pasa en un día normal en mi trabajo. Lo que viene a suponer la mayor parte del tiempo. Ni todo son fiestas ni todo son cenas y alegrías. En Japón se trabajan muchas horas. No todo es tan bonito como algunos se empeñan en contar. La mayoría de la gente con la que trabajo no hace NUNCA NADA que no sea currar. NADA. Razón por la que piensan que yo soy un "gaijin" degenerao. Y no digo yo que no lo sea, pero los motivos son otros.


Hiroko san, como cada mañana, me sirve un café y algo para comer y me regala una sonrisa que consigue sorprendeme cada día. Mientras desayuno pongo al día el blog y me entero que está pasando en mi tierra. Qué morriña la virgen.


Y empieza la jornada. Las nueve y media y poco va a cambiar ya hoy. Hacemos una parada para comer a las doce. Pasa el tiempo y no me acostumbro a estos horarios. Ellos paran a cenar a las seis, pero por ahí si que no paso y yo he decidido cenar al llegar a mi casa.

Son las nueve de la noche y vuelvo a mi pequeño gran hogar. Dios qué placer. Ceno, veo una película y a dormir. Algún mamón volverá a poner la cinta mañana por la mañana.

Básicamente esa es la rutina. Como no puedo estar quieto los jueves a las SIETE de la tarde yo corto y me voy a cenar con amiguetes españoles a Yoyogi.


Y mis compas japos flipan. Cada jueves por la mañana nada más verme ya se están riendo y no paran de repetirme "today Yoyogi´s day!!", como si fuera yo el tío más loco de la tierra por irme de "fiesta" entre semana.

Como dijo mi gran amigo Don Julián en un arrebato adivinatorio:

"Mañana será otro día perdido".

¡Un abrazo!

lunes, 13 de abril de 2009

NUESTRO ROLLO

Son muchas horas. El cansancio mina la moral del grupo y eso no nos va a ayudar. Viene algo. Tengo la certeza de que así será, pero ya lo siento desde hace días y la calma relativa no se anima a darme la razón. Puede que algo haya cambiado.

"El Sevi", roto, canturrea saetas dedicadas a la grada. No se aguanta despierto. En este equipo lo mejor es pasar desapercibido si no quieres que la masa te aplaste. Así, después de tres estrofas nuestro amigo se lleva un aluvión de papeles, paquetes de tabaco y cubitos de hielo. A destiempo el Sr Thompson lanza un cojín que vuelca toda una copa sobre el artista antes conocido como "El Sevi". Siento un escalofrío, ese que se siente antes de algo grande. Antes de poder poner paz, el atacado responde tirándole la copa en toda la jeta a Thompson.

Ya está aquí.

Los cánticos, abrazos y bailes del resto desencadenan la tragedia. Batalla campal de botellas de refresco y copas. En apenas treinta segundos el salón del piso para 8 personas, en el que vivimos 16, queda chopado de Coca Cola. Pero el humor no desaparece y la gente sigue partiéndose y bailoteando. Salvo el rayado de Oscar "Larguiruto Mojamuto", que se ocupó de reservar el piso y no se siente cómodo ahora que sus datos pasarán a una lista negra.

Ya es de día otra vez y no hay malos recuerdos ni rencores. La guerra es así de jodida. Mañana serán otros los implicados, o seguramente los mismos. Pero que mas da.

Estos son mis amigos. Sé que no es fácil entendernos. Este es nuestro rollo, pero el vuestro también lo respetamos.

Es impensable un momento de calma cuando nos juntamos. Es imposible imponer un argumento lógico. Es útopico intentar organizar algo coherente o racional. Pero el 9 de Mayo se casa nuestro amigo "Pachiano" y para la despedida que organizamos esta Semana Santa en Tarifa no ha fallado NADIE.

Ufo, Jambo, Thompson, Falacia, Largiruto, Sepiano, Sevi, Teniente Rayeti, Marica Mudo, Josek, Perico, Olivas, Coletudo, Patilludo, Dámaso y Chiqui.

Y yo que me había asustado. Menos mal que no ha cambiado nada.













¡Un abrazo!

P.D. Esta entrada está dedicada al gran Pachi, que se nos va. ¡Enhorabuena loco!

martes, 31 de marzo de 2009

"GAZPACHOS MANCHEGOS"

Entrecomillado porque hice lo que pude. Durante los tres últimos días en Tokio, gocé de la hospitalidad de los archiconocidos Guille y Nerea. Ellos me ofrecieron su hogar y yo, adoctrinado por la educación de mi querida madre, les cociné unos gazpachos manchegos en pleno Japón como agradecimiento a tanta amabilidad recibida.

Para los que no estéis al tanto de la gastronomía manchega, este plato es un caldo cocinado con torta de pan sin levadura y carne de caza, receta que admite ciertas variantes locales.

Las tortas de gazpacho genuinas traídas por mi hermana directamente desde La Mancha profunda me ayudaron un poco. Pero el resto de ingredientes tuvieron que ser nipones (aceptando el estilo Saitama 埼玉県 como variante local).

Y no te digo yo que estuvieran del todo mal.

El aspecto fue este.


No es muy vistoso, lo sé, pero no es una comida que se caracterice por una presentación atractiva. Mis invitados, y supongo que igualmente ilustrados por la educación de sus papas, me dijeron que estaba muy bueno y se lo comieron todo.




Hay que ver que majos. Nerea, Eva, Rorigo y yo mismo fuimos los comensales. Y al menos puedo decir que disfrutamos de la sobremesa. Nuestro querido Lorco, mientras tanto, retozaba en el futón con un dolor de cabeza tan fuerte como inexplicable.

Y claro, unos gazpachos para ese resacón, como que no.

¡Un abrazo!

miércoles, 25 de marzo de 2009

LA GENTE DE CHIQUI: OSKAR IKUSUKI


Hablando de más y más genios residentes en la capital japonesa.

Si os dais un paseo por esa gran urbe podréis encontrar, con un poco de suerte, a este personaje proveniente de Zalla haciendo fotos y encontrando historias que contar desde su particular punto de vista.

El cómo nos conocimos. Yo no tengo invitación oficial para asistir a la recepción que los Reyes iban a ofrecer en Tokio para los españoles residentes en Japón. Leo a Oskar que habla en su blog (¡pasaros por allí y veréis lo que es un poeta urbano!) de que va a ir y decido escribirle un correo para ver si me acepta como su pareja acompañante. No tarda más de diez minutos en contestarme que estaría encantado, así, le digo que me pondré una rosa roja en la solapa y que nos vemos en la puerta del hotel donde tendrá lugar el evento. Cuando das con gente así las cosas son sencillas. Sin más vueltas. Desde luego no todos los españoles allí son iguales, aunque de eso ya se ha hablado en otros foros. Lo dejamos ahí. De momento.


Primera toma de contacto. Parece un chaval muy majo. No tarda en hacer migas con los "lorcos" (¿estos dos se llevan bien con todo el mundo?). Nos lo pasamos muy bien en la recepción y después un grupo de españoles nos fuimos a cenar y terminar la fiesta en un restaurante cercano. De algunas de estas personas merece la pena que hable otro día largo y tendido.


Desde aquel día hicimos buena amistad y quedarán en mi recuerdo muchos momentos buenos que compartimos. Me llevó hasta a una clase suya de ceremonia del té, cosa de la que se arrepintió tiempo más tarde por dos cosas; una porque fui demasiado ruidoso, y dos, porque pude darme cuenta de que el tío pillo usa sujetador. Y además rosa.

Allí no fuí solo. Nos acompañaron Guille, Maldita, Fran y elmimmo. Que se portaron casi tan bien como yo.

Se me quedó, eso sí, la espina de un viaje a Osaka para visitar al tío Flapy. Espero que lo subsanemos algún día loco.

Lo dicho, un genio nacido en un tiempo que no es el suyo.

¡Un abrazo!

lunes, 16 de marzo de 2009

SI, ESE SOY YO

Ya no se oye a Carlos, y eso sólo puede significar que duerme. LLevamos casi cuatro horas en el coche. Y las que nos quedan. Joel (hijo de Kalel) me da conversación. Creo que le preocupa que acompañe a Carlos (y a Jasus que ronca a su lado). En nuestro coche somos cuatro y otros tantos vienen con Siro detrás.

Paramos en un pueblecito al pasar LLeida a cenar. Todo ha ido como la seda, y ya no quedan más de cien kilómetros. Esto está hecho. Los que faltan vienen con Tornillo por Zaragoza para que todos podamos disfrutar de Diana (la guiri). Acabamos de hablar con ellos y Tor parece estar rayado. Reanudamos la marcha y la cosa se pone fea con la altura. Nieva y por tramos la calzada está cubierta. A poco de llegar los coches dicen basta y ya no suben. Con una ventisca del catorce salimos a poner las cadenas, y después de perderlas en dos ocasiones y pasar más frío que un chiquillo pequeño (menos mi hermana que ha sido tan amable de dar instrucciones de cómo se ponen las cadenas desde el interior del coche) alcanzamos nuestro destino. Sólo quedaban doscientos metros para llegar. Maldita sea, maldita sea, maldita sea.

Entre tiritones:

-"Buenas noches" (Un señor con un bigote como el de Dalí me mira sin hablar)
-"Hola", repito.
-"¿Quiénes sois?", replica.
-"Tenemos una reserva"
-"Pues habéis tenido suerte porque ya me iba a dormir, esto no son horas de llegar", respiro profundo, encima de congelados este señor tiene ganas de tocar las pelotas. Aguanta.
-"Avisé en la central de reservas", asiente descontento y comienza con los trámites.
-"¿Habéis tenido que poner las cadenas?", sonrisa de medio lado pensando en lo pardillos que somos.
-"Es que ya no subían los coches".
-(Vuelve a reir), "¿de dónde sois?".
-"Albacete"
-"Ah, claro", más risas.

Se acaba de reir de nosotros pero tenemos las llaves de los apartamentos. Habrá tiempo para que nos riamos todos. A las dos horas aparece Dani Tor rayado como un mono, morado de frío y maldiciendo. Sus tres compañeras de viaje (Catalina, Priscila y la Guiri) estudiaron en la misma universidad que mi hermana y le han ilustrado magistralmente en cómo hacer que alguien ponga unas cadenas sin tener que bajarse del coche.

"¿Van a venir los del otro apartamento?", Joel está tenso y está deseando empezar a pelotear. Insistimos en que se vista, pero rechaza nuestra oferta alegando un ausente calor. Después de cenar nos juntamos todos a tomar algo. Juegos y risas dan paso a un ambiente relajado y festivo. LLaman a la puerta. Pero estamos todos dentro así que no puede ser nada bueno. Se escuchan distintas opciones: "¡tiene que ser el bigotudo!", "es Labordeta seguro, ¡qué pase que le invitamos!". La desinhibición propia del momento hace que nuestro tono sea alto. Nuestro amigo Ángel (el coletudo) echa un ojo por la mirilla y confirma las sospechas del pueblo. Así que vuelve al salón diciendo que él no abre, que ¡¡es el bigotudo!!. Pablo pone coherencia y decide abrir ante el silencio general, sólo roto por las palabras de quien se encuentra al otro lado de la puerta: "Si, soy el bigotudo", apunta nuestro visitante. Descojone contenido dentro. Y es que la puerta era de papel y ese señor lo había escuchado todo todo y todo. Sabía yo que nos reíamos al final. No sería el último encuentro con nuestro amigo Labordeta.

Ya no se oye a Carlos, y eso sólo puede significar que duerme.

Mañana volvemos a casa. Han sido unos días increíbles en la nieve con un grupo de gente espectacular.


¡Un abrazo!