Es seguro que ojeando cualquier publicación sobre turismo en Japón hayáis dado con alguna foto de estos simpáticos monos de cara roja. Es una de las imágenes que la oficina de turismo nacional utiliza como reclamo para atraer visitantes al país. Curiosamente en esa institución saben que el asunto funciona pero no saben de dónde vienen ese éxito, y actualmente investigan por qué estos macacos bañándose en agua caliente parecen tan atractivos para los extranjeros y de dónde viene su fama, cuando además no es un lugar muy conocido para los propios japoneses. Todo esto podría habérmelo inventado, pero en realidad me lo contó Yusuke, un chico que conocí en mi visita a Jigokudani en la atrapada invernal de hace unos meses.
El sitio no es que sea de los más accesible, pero me parece un lugar ideal para pasar unos días de invierno alejado de todo y precisamente el que no sea sencillo llegar (y que no muchos japoneses lo visitan) lo convierte en un remanso de tranquilidad. Para llegar desde Tokio cogí un shinkanshen hasta Nagano (1 hora y media) y alli hice transbordo para coger la línea Nagano Dentetsu (también conocida como Snow Monkey Express) y alcanzar en 45 minutos más el pequeño pueblo de Yudanaka, el área habitada más cercana al parque de Jigokudani.
Yo opté por quedarme dos noches allí porque, entre otras cosas, iba no sólo a ver monos sino a relajarme del bullicio tokiota y a leer un libro que hacía tiempo tenía pendiente: El haiku de las palabras perdidas (del que ya os hablé aquí). El pueblo dispone de una veintena de alojamientos de todos los precios, pero de los dos que yo probé os recomiendo el ryokan Yudanaka Seifuso, que regenta una anciana y amable pareja que me hicieron sentir como en casa. Por la mañana ellos mismos me dejaron calzado especial (son necesarias botas de montaña porque hay mucha nieve) y me acompañaron hasta la entrada del parque (también se puede llegar en bus). Es posible también dormir en el propio parque, pero la zona está bastante aislada de todo y los hoteles son caros y no están demasiado bien conservados.
A partir de este punto es necesario caminar. El paseo es de unos 30 minutos y es muy agradable, por un estrecho camino nevado precioso y con algo (poco) de pendiente. Ahora frío hacía de pelotas, recordad llevar buena ropa de abrigo. Me recomendaron subir muy temprano para poder ver como los monos bajan desde las montañas a bañarse al onsen, además de que a primera hora hay muchos menos turistas. Es en esta subida donde aproveché para grabar parte del vídeo que le regalamos al amigo Joel por la defensa de su tesis.
Una vez haces cima sólo queda disfrutar contemplando a esta colonia de macacos bañándose en las aguas termales, cuidando de sus crías y jugando en las laderas cubiertas de nieve. Lo mejor es ver la cara de gustico que ponen mientras se dan el baño de agua caliente. Nos llevan años de ventaja.
Al ser animales territoriales no hay que confiarse aunque estén acostumbrados a la presencia humana; se ven frecuentemente peleas entre los miembros del grupo y yo mismo sufrí un pequeño ataque de uno de los individuos que le pareció que me acercaba demasiado para fotografiarle. Y tenía toda la razón, lo hablamos y no llegó la sangre al río.
Yo opté por quedarme dos noches allí porque, entre otras cosas, iba no sólo a ver monos sino a relajarme del bullicio tokiota y a leer un libro que hacía tiempo tenía pendiente: El haiku de las palabras perdidas (del que ya os hablé aquí). El pueblo dispone de una veintena de alojamientos de todos los precios, pero de los dos que yo probé os recomiendo el ryokan Yudanaka Seifuso, que regenta una anciana y amable pareja que me hicieron sentir como en casa. Por la mañana ellos mismos me dejaron calzado especial (son necesarias botas de montaña porque hay mucha nieve) y me acompañaron hasta la entrada del parque (también se puede llegar en bus). Es posible también dormir en el propio parque, pero la zona está bastante aislada de todo y los hoteles son caros y no están demasiado bien conservados.
A partir de este punto es necesario caminar. El paseo es de unos 30 minutos y es muy agradable, por un estrecho camino nevado precioso y con algo (poco) de pendiente. Ahora frío hacía de pelotas, recordad llevar buena ropa de abrigo. Me recomendaron subir muy temprano para poder ver como los monos bajan desde las montañas a bañarse al onsen, además de que a primera hora hay muchos menos turistas. Es en esta subida donde aproveché para grabar parte del vídeo que le regalamos al amigo Joel por la defensa de su tesis.
Una vez haces cima sólo queda disfrutar contemplando a esta colonia de macacos bañándose en las aguas termales, cuidando de sus crías y jugando en las laderas cubiertas de nieve. Lo mejor es ver la cara de gustico que ponen mientras se dan el baño de agua caliente. Nos llevan años de ventaja.
Al ser animales territoriales no hay que confiarse aunque estén acostumbrados a la presencia humana; se ven frecuentemente peleas entre los miembros del grupo y yo mismo sufrí un pequeño ataque de uno de los individuos que le pareció que me acercaba demasiado para fotografiarle. Y tenía toda la razón, lo hablamos y no llegó la sangre al río.
¡Un abrazo!
Te sentirias en tu hábitat natural entre tanto mono : )
ResponderEliminarXavi_kun: de sobra sabes que sí! ;)
ResponderEliminarEl éxito viene, de la envidia que nos dan, ellos bañándose mientras nosotros nos helamos.
ResponderEliminarTomo nota del Ryokan, porque éste es un sitio que me gustaría haber visitado y no pude.
Sol: si necesitas algún dato más no tienes más que preguntar :)
ResponderEliminarbesos!
La primera cosa que se me ha pasado por la cabeza al leer el post es qué tipo de conversación pudo darse entre un macho alfa M. fuscata y un macho alfa H. sapiens.
ResponderEliminarAlgún interés en común? Desavenencias? Inquietudes compartidas?
Joel: nos dimos cuenta de que teníamos mucho en común, aunque con una superioridad intelectual brutal por su parte. A la que tuve que rendirme.
ResponderEliminarsaludos cordiales!
vamos, que te faltó bañarte para sentirte del todo integrado en el entorno....
ResponderEliminarLlamadme rara, pero yo no noto la diferencia entre vosotros en el onsen y estos monos!! Machos alfa marcando territorio, pelo en pecho y cara de gustico dentro del agua caliente... No! ninguna diferencia!!
ResponderEliminarxoxo :)
Chimo: existe la opción de bañarse en un hotel que hay cerquita...pero hacía tanto frío que decidí bajar antes de tiempo porque me estaba congelando.
ResponderEliminarBrenda: no confundir con el post anterior del viaje Albacete-Japon express...por muchas semejanzas que pueda haber a primera ista ;)
besos y abrazos!
Genial post.
ResponderEliminarMe lo apunto por si el invierno que viene me hago una escapadita por allí.
Un saludo.
danitoru: gracias! :)
ResponderEliminarSeguro estoy de que los disfrutarás!
Otro sitio más que me apunto a la lista. Esta lista se va a ser muy grande, demasiado me temo... :)
ResponderEliminarAndrés Jarit: para un amante de la fotografía como tú me temo que es un sitio imprescindible....pero llévate guantes!! dos pares!!
ResponderEliminarabrazo!
Yo soy uno de esos que conoce el lugar por haberlo visto en los documentales de La 2 (monos copulando en un jacuzzi, qué puede haber más interesante que eso en la TV). No sabía que se podía acceder tan fácilmente, porque pensaba que sería un lugar protegido y de acceso restringido. Gracias por la información, espero ir algún día...
ResponderEliminarFelipe OI: de nada! Me recuerdas que se me olvidó comentar que hay que pagar una entrada de 500 yenes...pero bien invertidos están desde luego.
ResponderEliminar¡Bienvenido al blog!
Joder que caña, y me dan envidia y todo ahi metidos en el agua calentita!!!
ResponderEliminarEl día que los monos abran un bar me dejo el curro y me voy con ellos a la montaña!!
ResponderEliminarBattosai: pura envidia! Te digo que se les veía con cara de felicidad...con un baño caliente y tan a gusto joer!
ResponderEliminarLorco: malditos monos aventajados...algunos ya beben cerveza...están a punto de conquistarnos!
http://www.youtube.com/watch?v=BX16O4NV5OA
¡Gracias por comentar!
Me ha parecido ver a Joel
ResponderEliminar¿Y en verano también se les puede ver bañándose? ¿O lo hacen únicamente en invierno?
ResponderEliminarEs interesante saber si se les puede ver así en verano, tengo pensado ir a finales de Julio principios de Agosto..sería una pena no poder verlos
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