China es de esos países a los que debía una tercera oportunidad. Nunca me convenció lo visto hasta ahora, y eso podía no ser más que un problema de percepción mío. O tal vez no era culpa mía y sí de los mil cuatrocientos millones de chinos. Seguro que sería eso porque yo, como mi señora madre, siempre tengo razón por muy disparatados que sean mis argumentos. Esto es así.
Asumiendo que no había respuesta correcta ni falsa, y una vez metidos en harina, había que llegar al centro de Shanghai de alguna forma. Y qué mejor que probar algo que esta ciudad tiene en exclusiva: Maglev, el tren de levitación magnética. Aunque hay que decir que esta tecnología también se encuentra en pruebas en otros países como Alemania o Japón, pero que está resultando difícil de implantar por su alto coste.
Este tren utiliza imanes para la sustentación y propulsión por levitación magnética, que lo llevan a alcanzar una velocidad punta de 431 km/h, muy superior a otros trenes de alta velocidad que había probado anteriormente como el tren bala japonés Shinkasen (320 km/h) o el AVE español (310 km/h).
Realiza el trayecto entre el aeropuerto y la ciudad de Shanghai en sólo siete minutos y veinte segundos. Y esto es lo mejor de todo, porque te ahorras el habitual coñazo del largo transporte al aeropuerto cuando sales de viaje. Y por sólo 50 yuanes (poco más de 6 euros). Desde las 6:45 de la mañana hay trenes cada 15 minutos hasta las 21:00, sólo desde Longyang Road Station.
Aparte de lo evidente y novedoso, Maglev es un tren aparentemente normal. Tal vez se siente algo distinto cuando llega a una cierta velocidad, y el sonido que emite es también diferente, pero no esperéis viajar en un cohete porque no será así.
Interesante sin duda vivir el futuro cercano de la tecnología ferroviaria. Tenían que ser la maquinaria china la que se adelantara al mundo para hacernos saber al resto de humanos que ellos siempre van por delante. Pueden no ser los mejores ni los más minuciosos, pero van más rápido que nadie.
¡¡¡Nos comen los chinos!!!
¿Y tú? ¿Cuántas chinas te comiste? ¬¬ Gañán...
ResponderEliminarJoel: no seas grosero hombre!!
ResponderEliminarabrazo, que no te mereces!
Tengo que volver a hacer una colaboración en este blog tan pronto como sea posible. Sí, sí. Lo huelo.
ResponderEliminar#themonkeyiscoming
Joel: no lo tengo claro yo eso! :)
ResponderEliminar¿Durante el trayecto, llegó el tren a alcanzar esa velocidad punta? ¿Qué se ve por la ventana a esa velocidad?.
ResponderEliminarLo chinos nos comen y el mundo se está dejando comer, porque el dinero pesa mucho más en la balanza que los derechos.
Sol: cuando yo subí llegó a 301 km/h, según me contaban depende del trayecto y supongo de las condiciones de cada día!
ResponderEliminarse nos echan encima del todo!!
besos!
Pero al final no contestaste a Joel......
ResponderEliminarEn poco más de 7 minutos me imagino que casi ni da tiempo de disfrutar el trayecto.
ResponderEliminar¿El trayecto es subterráneo o pudiste ver algo por la ventana?
¡Un saludo!
No para de escaquearse...
ResponderEliminarUna pasada, espero cogerlo algún día y flipar como tú
ResponderEliminarYo me conformaré con montar en la yamanote , que también tiene su encanto xD
ResponderEliminarNOS COMEN LOS CHINOS....NOS COMEN LOS CHIINOOOS!!!
ResponderEliminarVOLANDO VOY, VOLANDO VENGO!
Eso, eso, dejate de TRENES y habla de TAPAS
ResponderEliminarPalabra Clave.-Que vuelva el mONo
Xavi Kun: el lobby catalán me hace la vida imposible!!
ResponderEliminardanitoru: es siempre descubierto, pero es cierto que sabe a poco porque se mantiene a máxima velocidad como mucho dos minutos!
Pau: y enseñárnoslo en el pachinko!! ;)
Akihabara Princess: eso quiere decir que vienes?? ehh?? :)
Chopi: es que cada vez que oigo a Julián López diciendo eso me parto!! jajaja
Lorco: el mono nunca se fue!! jamássss!!
abrazos y besos para todos los comentaristas majos!
Que va... ni tiempo de echar una cabezadita en ese tren... no guta...
ResponderEliminarMadre mía... hasta donde llega el "Anda YA", internacional total¡
Guacimara: esos albaceteños son universales en el mundo del humor ya!! :)
ResponderEliminarbesos canaria!!
A mi me pareció un poco "quiero y no puedo" Esto es, tener el tren de alta velocidad más rápido del mundo pero que te deja en mitad de la nada.
ResponderEliminarLuego para llegar a cualquier lugar remotamente civilizado tienes que cambiar a la línea de tren/metro locales, y ahí se acabó el inglés y en gran medida las cortesías.
Mi primera impresión de Shanghai viene cuando salí justo de la estación del Maglev y al cruzar la calle para intercambiar los trenes, salía un abuelo con un niño pequeño en volandas para que meara en la calle.
No me hubiera sorprendido tanto si no fuera porque salía de un KFC y en cualquier restaurante hay cuartos de baño.
A mi me parece que está un poco embebido en la cultura china de ostentar, tal vez más de lo que se tiene realmente.
De nada sirve un tren de alta velocidad de medio recorrido, un centro financiero y un skyline impresionante... lleno de edificios vacíos porque no hay quien pague los alquileres de la zona.
Basta con acercarte hasta Pudong cuando cae la noche y ver como sólo algunos pisos de los edificios están iluminados (generalmente los de las últimas plantas, que son los de más prestigio)
Ahora, que es rápido es rápido. Si sólo te dejara en el centro de la ciudad ya sería la hostia
CaDs: aún dejándote en esa estación lejos del centro, yo pillé un taxi y con 10 euros en total estaba en el centro de la ciudad en 25 minutos. No digo que sea perfecto, sólo que para mí fue bastante cómodo.
ResponderEliminarOtra cosa ya es entrar a valorar lo complicado de esta cultura china que yo tampoco soy capaz de comprender bien. De ahí que le diera esa tercera oportunidad para intentar entender mejor. Me temo que no habrá cuarta...
un abrazo!!
y no hay vídeo!?!?!?!?
ResponderEliminarvaya bloggero....
Chimo: no te lo has ganao!! Cuando hagas algún comentario ingenioso o interesante podrás empezar a exigir ;)
ResponderEliminarNo has puesto las fotos de la vía!!!
ResponderEliminarMe encantaría probarlo.
P.D te has inventado las velocidades